Simpatizantes de la dictadura impidieron a Yunior García salir de su casa

El acto de repudio perpetrado el pasado domingo por simpatizantes de la dictadura contra el dramaturgo y activista Yunior García Aguilera, llegó hasta la puerta de su casa.

Una vez más el régimen, como ya es costumbre, llegó tan lejos como era de esperarse. Desde temprano el domicilio de Yunior amaneció bajo un cerco policial. Poco más tarde un gran grupo de personas se congregaron en los alrededores de su vivienda, portando carteles y coreando las gastadas consignas comunistas.

Al suceso se sumó el periodista oficialista Humberto López, vocero del régimen, quien se acercó a los simpatizantes para preguntarles si alguien los había convocado y estos respondieron a coro que nadie, que ellos “eran libres”.

Pero como esto era insuficiente, el régimen una vez más hizo uso de las personas más vulnerables de la sociedad, y envió a una anciana como líder del grupo hacia la puerta de la casa de Yunior, la misma que en ocasiones anteriores ha participado en actividades similares contra el dramaturgo.

En una publicación compartida por el grupo Archipiélago, escribieron: “Este video documenta el momento en que un grupo de personas impiden a Yunior García Aguilera salir hoy de su casa bajo falsas acusaciones. Todos tenemos los mismos derechos. Un grupo de personas no puede continuar privando a otros de ejercer sus derechos. Estos ‘actos de repudio’ son una vergüenza nacional que ya no tiene cabida en nuestra sociedad”.

Además, en una grabación se muestra a la anciana junto a otros vecinos en su arenga comunista: “Usted está al servicio de los enemigos de nuestro pueblo, y aquí esta comunidad y este pueblo no le va a permitir ningún show mediático”, afirmó la anciana.

Yunior de manera pausada le respondió: “Eso no es cierto”. 

La anciana prosiguió con su vano discurso: “Estoy defendiendo la historia mía, la de mis hijos, la de la ‘Revolución’, la de mis nietos. Se lo dije el otro día cuando y se lo vuelvo a repetir hoy, no le vamos a permitir esta actividad, este barrio es de ‘Revolución’”.

La respuesta de Yunior fue: “Pero lo está haciendo delante de mi casa”.

Los seguidores del dramaturgo reaccionaron a esta situación: “Sólo los comunistas creen tener derechos, y el que no lo esté ‘está al servicio del enemigo’. Ese es el típico discurso de fascismo de odio: ‘si no estás conmigo eres mi enemigo’” … “Esta señora ni ningún otro ciudadano es nadie para impedir a otra persona que ejerza sus derechos de cualquier tipo. Es una manipulación enorme. Eso es ilegal” … “Duele ver esto, duele ver a estas personas sentirse con el derecho de cuestionar el pensar y el actuar de otros, sentirse más cubanos que otros, creer que tienen potestad para limitar derechos tan básicos como es el salir de la casa a caminar, pero, sobre todo, lo que más duele es verlos defender un sistema tan podrido y obsoleto como este. Cómo me dueles mi Cuba, ¿qué te están haciendo? ¿Por qué tanto odio?”.