La niña cubana Jennifer Guevara Benítez, de 11 años de edad, fue salvada por médicos del Hospital Pediátrico William Soler de La Habana, luego de tragarse un alfiler que se alojó en uno de sus pulmones.
De acuerdo con el diario oficialista Granma, la niña ingresó a la citada institución el pasado 1ro de octubre, luego de haber sido tratada en la provincia de Las Tunas, donde intentaron extraerle el objeto en dos ocasiones de manera infructuosa, debido a la complejidad del procedimiento.
A su llegada al hospital, tanto su madre Maricela Benítez Acosta como la menor, resultaron positivas al COVID-19 y durante su recuperación el equipo de especialistas evaluaba si debían realizar otra broncoscopia, como la efectuada en Las Tunas o debía ser remitida al servicio de cirugía.
Una vez que la menor resultó negativa al COVID-19, la decisión fue realizar una broncoscopia rígida videoasistida para la extracción del alfiler que estaba abierto con las dos puntas hacia arriba, así especificó el doctor Sergio Fernández, uno de los otorrinolaringólogos implicados en este caso.
En tal sentido, Fernández, explicó: “La operación tardó alrededor de 45 minutos, y la niña salió del salón respirando por ella misma; no obstante, siempre dispusimos de un grupo de cirujanos y anestesiólogos, para enfrentar cualquier tipo de complicación que pudiese manifestarse en el acto de la extracción”.
Por su parte, Benítez Acosta mostró su gratitud por tener a su hija sin peligros para su salud: “Yo pensé que mi niña se moría, pero está bien; la cirugía era complicada, sin embargo, ella está en perfectas condiciones y el trato de los médicos fue maravilloso. Yo solo puedo decir gracias”.


