En un extendido mensaje, arremete la periodista independiente Mónica Baró contra Prodal, la empresa cubana que podría ser ya conocida como la de “las croquetas explosivas”.
El comunicado lo hace Baró a través de su perfil en la red social de Facebook, donde es bien clara cuando le reprocha a esta empresa cubana comercializadora y productora de alimentos, que no debería vender semejante producto, nocivo para la salud de los consumidores cubanos.
Su crítica es directa y clara, ya que si el producto no es bueno para el pueblo y hace daño a la salud, deberían retirarlas del mercado. El post despertó el sentir de sus seguidores quienes dejaron sus comentarios.
“La cultura de la no responsabilidad del poder. Aunque ese poder sea solo el de producir croquetas. Disculpas ¿para qué?”… “Claro Prodal…porque estamos adaptados a los termómetros de cocina y a las cocinas de inducción. Y nuestro aceite, el que nos toca, es tan abundante y está tan muerto de risa y barato en las tiendas, que podemos darnos el lujo de cubrir la croqueta en él como si fuese un jacuzzi. No jodas”.
A continuación, reproducimos íntegramente las palabras de Mónica Baró:
“A ver, genias y genios de Prodal: si la explosión de una croqueta que provoca quemaduras graves a los consumidores sucede por “un error común al freírlas”, lo correcto es dejar de vender esas croquetas y hacer otras de forma diferente. Yo no sé si le echan pólvora a la harina o qué, pero si sé que si un error común en la cocción de un alimento pre elaborado provoca serias heridas a quienes cometen ese supuesto error, entonces ese producto no debe comercializarse.
Un error común es que a mí la chapita de un refresco se me caiga adentro. Un error común es echar papas en aceite frío porque quedan encharcadas en grasa y blandas. Un error común es no escurrir el aceite de una lata de atún y usarlo todo para cocinar. Esos son errores comunes que provocan que los alimentos te queden malos. Ahora, un error común no debería provocar tu hospitalización.
Si estas croquetas son tan peligrosas, que ante un error común explotan, entonces tienen que retirarlas del mercado, no enseñar cómo freírlas, porque lo que no puede seguir siendo común son las explosiones y las personas con quemaduras graves por esas croquetas bombas.
Si mal estaba la primera excusa que dieron, peor está la solución. Es como decir “para que la dinamita no te vuele en pedazos, debes evitar moverla demasiado”. ¿No se les ocurre que el problema no está en enseñar a usar la dinamita sino en no venderla por la libre? Por favor, un poquito de sentido común y de compasión. Nada más.
Lo que debió haber hecho Prodal, lo que debe hacer, si quienes toman las decisiones ahí tienen un mínimo de respeto a los ciudadanos y de vergüenza, es, primero, pedir disculpas; segundo, publicar un informe que explique por qué hay croquetas que explotan y determinar responsables con nombres y apellidos; tercero, ofrecer alguna indemnización a las víctimas; y cuarto, aunque esto debería ser el 1.1, retirar esa producción del mercado. ¿Es tan difícil eso? ¿Va a tumbar el gobierno eso? ¿Va a dar armas al enemigo?.
Hasta que Prodal no actúe con responsabilidad, nadie debería volver a comprar esas croquetas”.
A ver, genias y genios de Prodal: si la explosión de una croqueta que provoca quemaduras graves a los consumidores…
Posted by Mónica Baró Sánchez on Friday, April 2, 2021