Padre de niña que perdió a su madre en el Saratoga: “Cuidaremos a tu tesorito”

El cubano Karell Fernández Sánchez, lamentó el fallecimiento de Claudia Castellanos Antuch, contadora del Hotel Saratoga, madre de su pequeña hija y envió un emotivo mensaje.

Claudia, de 30 años de edad, fue identificada entre las víctimas halladas entre los escombros la madrugada del pasado lunes 9 de mayo.

En tal sentido, Karell compartió en sus redes sociales una imagen de Claudia y junto a ella escribió: “Días tristes, fue encontrada sin vida Claudia, la madre de mi niña. No sé cómo esto pudo pasar, a la familia que conozco muy bien y me acogieron como si fuera suyo, comparto su tristeza desde lo más profundo de mi corazón y sé lo mucho que sufren, porque también es mi sufrimiento, pues viví tres años con ustedes y sé lo unidos que son”.

“A mi niñita que me perdone a mí. Por cuestiones de la vida no estoy en este momento para abrazarla y decirle que todo va estar bien y que perdone a la vida por arrebatarle a tan temprana edad a su madre que tanta falta le hace. A ti Claudia, agradecerte como muchas veces lo hice, el trabajo tan grande que hiciste con nuestra hija y sé que la estarás acompañado siempre”, agregó.

“Sólo puedo prometerte que, entre tu familia, la mía y yo, cuidaremos a tu tesorito para que jamás le falte nada y trataremos, aunque será imposible, de llenar el vacío que le deja tu partida. Parece irreal lo que está pasando. Que Dios te tenga en la gloria y que en la sonrisa de nuestra hija encontremos el consuelo y la fuerza para pasar esta terrible prueba que nos puso la vida. Adiós”, concluyó su mensaje.

Otros familiares, amigos y colegas de Claudia, lamentaron su fallecimiento, enviando mensajes de condolencias a través de sus redes sociales.

Mary Bonet: “Hoy me tocó ser la vocera en una situación compleja. Hoy me tocó despedir en nombre de sus compañeros, amigos, familiares, maestros y conocidos, a una hija, madre, nieta, amiga, compañera.

Nunca me había temblado tanto la voz como hoy. Los nudos no podían deshacerse de mi garganta. Cómo podía afirmar que era una despedida sin regreso, que Claudia ya no estará más entre nosotros.

Las lágrimas de sus familiares, especialmente las de su madre y abuela nos hicieron pedazos el corazón, en la pequeña, pero muy hermosa vigilia que organizamos con mucho amor y respeto. Todos los presentes, que no fueron pocos, quedaron estremecidos ante el llanto y el dolor sin consuelo.

Ya no nos queda más que desearle luz a su espíritu, velar por esa pequeña que nos dejó y que hoy acogemos como nuestra, y recordar a esa Claudia sencilla, alegre, de sonrisa tierna que un día conocimos.

Claudia Castellanos Antuch, descansa en paz”.

Iyawo Omo Oshun: “A ti mi compañera y amiga de la infancia, cuánto compartimos, tanto tú en mi casa como yo en la tuya. Hoy me duele el pecho por esta noticia tan impactante. Me llevo lo buena persona y caratosa que eras. Siempre muy aplicada y dedicada. Espero con mucho deseo que mi abuela te acoja allá en el cielo y te dé el abrazo que quisiéramos todos haberte dado, amiga.

Mis condolencias para tu familia, hoy sufro con ustedes este dolor. Que descanse en paz Claudia Castellanos Antuch, y que desde el cielo cuides a tu niña. Te recordaremos siempre”.

Osmani Gómez: “Aivis Chang Cruz y Claudia Castellanos Antuch, dos mujeres que no pudieron estar con sus hijos este Día de las Madres. Sus cuerpos fueron encontrados entre los escombros del Hotel Saratoga. EPD”.

Claudia Ribot: “La explosión del Hotel Saratoga se ha llevado la vida de mi amiga de la infancia. No hay palabras para describir tu repentina partida. Que en paz descanses tocaya”.

Yuleimy Yuly Alfonso: “Ha muerto Claudia…!!!

Se llamaba Claudia, y no, no la conocía, al menos no físicamente. La primera vez que la vi estaba en una publicación de desaparecida -otra más de tantos- y su cara tan infantil, tan angelical llamó mi atención -no llega a 20 años- pensé.

He de confesar que esta catástrofe me llegó al corazón, quizás porque trabajo en un hotel y me vi atemorizada que algo como eso me pudiera suceder a mí o tal vez porque soy sensible al dolor. Pero después de esto, ya no seré la misma.

La segunda vez que vi una publicación de Claudia, pedían ayuda para encontrarla, una niña de 3 años la esperaba en casa, aquello me estrujó el corazón.

Y sin más busqué su nombre en el Facebook y ahí estaba su perfil, comencé a ver fotos, sobre todo de ella y su niña, y mientras observaba las fotos iba soltando lágrimas.

La tercera vez que supe de Claudia, fue por mediación de una amiga que la conocía. Para mi sorpresa me dio una información que desconocía, era una trabajadora de Contabilidad igual que yo, y en ese momento me sentí Claudia, me sentí en su piel, sentía que ella podía haber sido yo y sufrí un dolor ajeno como si fuera propio.

Llegó el domingo y mientras mi hija de 9 años me preparaba postales y me daba besos y abrazos, yo me sentía triste. Como le explicaba que yo estaba sufriendo porque una niña de 3 años -a la que no conocía- no podía decir “Felicidades Mamita” o que pensaba en la madre de Claudia y el desespero que tendría por su hija. Creo que esa misma sensación fue la de muchas madres como yo.

Su nombre era Claudia, y era una más que tenía a todo un país en vela. Llenos de esperanza y fe porque apareciera viva, porque su niña de 3 años la esperaba en casa.

Hoy el cielo ha ganado un ángel, pero ha dejado un gran vacío en la tierra. Ha muerto Claudia…

Dedicado a la memoria de Claudia, una de las tantas historias que quedarán en la memoria de aquel accidente el 6/5/22, el que puso a llorar y a sufrir a todo un país”.