Niña cubana con discapacidad recibe nueva oportunidad en escuela de arte

La niña cubana de 9 años de edad, María de Jesús Veranez Cala, residente en la provincia de Guantánamo, tendrá una nueva oportunidad de presentarse a un jurado que evalúe sus habilidades, luego de no haber sido elegida por su discapacidad visual.

Veranez Cala presenta una afectación en la córnea de su ojo izquierdo, producto de un tratamiento inadecuado durante la etapa de gestación de su madre y a pesar de haber aprobado el examen de canto, no la aceptaron.

Su madre identificada como Nani Gainza Cala en Facebook, dio a conocer la noticia de esta nueva oportunidad para la niña: “¡Mi niña lo logró! ¡Sabía que podía hacer esto y mucho más! Fue preseleccionada. Ya pasó la primera prueba y los profesores y el equipo de la escuela de arte quedaron satisfechos con su evaluación”.

“Estoy feliz porque mi hija va en comienzo de lograr lo que yo como madre no pude terminar y tengo fe en Dios que todo saldrá bien”, agregó.

“Gracias también a los profesores del Instituto que nos trataron muy bien y superatentos, pero doy gracias también a todas esas personas que me apoyaron en las redes para que este día fuera posible y para demostrar que mi hija se merece esta beca”, concluyó su mensaje.

Gainza Cala había denunciado el caso con anterioridad y agradeció el gran apoyo recibido, en un mensaje que es reproducido íntegramente a continuación:

“Ahora hago esta publicación para agradecer a todas esas lindas y generosas personas que me ayudaron a hacer posible, a pesar de las distancias y circunstancias, que mi voz de reclamo como madre se escuchara hasta el último rincón de Cuba.

Gracias a todos por ponerse en mi lugar. Gracias a todos por ponerse en mis zapatos y entender mi impotencia y rabia como madre, ya que vuelvo a aclarar que hice la queja públicamente porque ninguna persona tiene el derecho de cohibir a un niño o niña por su discapacidad o por su situación económica, privarlo de conquistar sus sueños y más si tiene el don, el arte y la inteligencia para lograrlo.

Cada quien siente por lo suyo y yo como madre seguiré luchando como una leona por los derechos de mis hijos, aquí o en el fin del mundo.

No se trata de tener talento solamente o no tenerlo, sino de poner como pretexto a una niña llena de sueños con aspiraciones y a pesar de haber aprobado la prueba de canto, digan que no es posible ingresar en la escuela de arte por su discapacidad.

Fue una respuesta muy cruel y de poca ética profesional poner un estúpido pretexto para no matricular a una niña que también puede haber sido cualquier otro niño.

Muchos me criticaron por usar las redes, pero yo me siento con el derecho y sin ningún tipo de arrepentimiento de haberlo hecho, ya que si no lucho por mi hija y le doy el lugar que ella merece, le estaré fallando como madre y en todos los sentidos.

Gracias a sus publicaciones y por compartir mi queja, vino a la casa un comité de músicos e instructores de arte para analizar el caso y darle la oportunidad a mi hija de valorarla nuevamente el miércoles.

Pero, a pesar de todo, no me retracto de absolutamente nada, porque como madre y cubana seguiré diciendo lo que pienso mientras esté mal hecho, como muchas cosas más que suceden en el país.

Ese derecho no me lo va a quitar nadie, y a quien dice que las redes no resuelven problemas, que sí lo hace y mucho, siempre que sea para repartir la verdad. Gracias a todos”.