Patricia Ripley, la mujer que está acusada de ahogar a su hijo autista ahogándolo en un lago de Kendall, podría ser condenada a la pena de muerte en caso de que la encuentren culpable en el juicio, informó El Nuevo Herald.
Un gran jurado de Miami-Dade realizó una audiencia para analizar el caso y los fiscales que están llevando la acusación determinaron que será procesada por homicidio en primer grado y que solicitarán la máxima condena.
Además, la mujer también enfrenta otra serie de cargos graves, por lo que resulta bastante difícil que logre evitar la pena de muerte, sobre todo porque la policía ha conseguido una gran cantidad de evidencias incriminatorias.
Ripley fue arrestada por el asesinato de Alejandro Ripley, un niño de tan solo nueve años que padecía autismo severo y que fue encontrado flotando en un canal de West Kendall, un hecho que conmocionó a toda la comunidad.
En un inicio la mujer reportó al 911 que el menor había sido secuestrado por dos afroamericanos que los atacaron mientras viajaban en su vehículo y que le habían exigido que le entregaran dinero o drogas.
Sin embargo, la policía descubrió que mentía, pues unas cámaras de seguridad captaron el momento en el que empujaba a su hijo a un canal cerca del Miccosukee Golf & Country Club, en la 138 Court y la calle 62 del suroeste.
Varias personas vieron al pequeño ahogándose y se lanzaron al agua para sacarlo, pero la mujer lo llevó entonces a otro canal mucho más solitario y lo volvió a empujar para que se ahogara.
En la actualidad Patricia Ripley permanece detenida en una cárcel del condado ya que le han negado su solicitud de ser liberada bajo fianza debido a la gravedad de los cargos que enfrenta.