Las hermanas cubanas Mariana de la Caridad Fernández León, de 20 años de edad, y Yaneris Redondo León, de 31, ambas condenadas por el 11J, ofrecieron declaraciones tras su llegada en balsa a Estados Unidos.
Ambas realizaron el arriesgado trayecto y lograron llegar a territorio estadounidense el pasado domingo 13 de noviembre, luego de haber iniciado una travesía en balsa el día anterior.
En declaraciones al canal América TeVé, las jóvenes ofrecieron detalles sobre su situación.
Mariana señaló: “A nosotras nos hicieron un juicio y estuvimos esperando que llegara la sentencia, y en ese período que pensábamos que todo iba a estar bien, al final no cambió nada, y ahí fue cuando tomamos acción, porque no podíamos ir presas ni iban a seguir tomando represalias contra nosotras por gusto, sin haber hecho nada, porque nosotras no somos unas delincuentes”.
Con relación a los sucesos del 11J, indicó: “Ese día para mí fue glorioso, porque se hizo algo que se hizo algo que no se había hecho. Lo que vivimos nosotras fue bastante duro, porque se tomaron muchas represalias hasta con mi familia. Entraron a la casa y se llevaron a todas mis hermanas que no tenían nada que ver con esta situación. Nos arrastraron con niños ahí presentes. Ese día los primeros que tomaron represalias contra el pueblo fueron ellos (los dictadores)”.
Sobre el arriesgado periplo por el mar, Mariana aseguró: “El miedo siempre estuvo ahí, teníamos mucho miedo de que todo saliera mal, de que esto no fuera posible, pero gracias a Dios todo salió bien”.
Ambas hermanas fueron detenidas el 18 de julio de 2021 y puestas en libertad varios días después, luego de pagar una fianza de mil pesos cada una.
“Para mí eso fue terrible. Lo que yo pasé no lo puedo explicar. Solo recordar cómo me sacaron de mi casa delante de mi abuela que está enferma de Alzheimer, delante de los niños. A mis dos hermanas que no tenían nada que ver las arrastraron y a mí me cogieron por el cuello, me dieron con un bate. Nos llevaron para El Capri y de ahí para 100 y Aldabó. Al otro día nos volvieron a llevar para El Capri y después nos llevaron para Acosta, donde estuvimos como diez días detenidas. Eso para mí fue terrible y solo recordarlo me da pavor”, recordó Yaneris entre lágrimas.
“Mi familia estando allá (en Cuba) puede correr peligro y temo por ellos. El pueblo cubano no se va a unir porque tiene mucho miedo. Están condenando a 20 años injustificadamente”, agregó.
Ambas hermanas tendrán que solicitar un proceso de asilo político en los Estados Unidos y defender su caso en una corte.