El cubano Enehyter Quiñones Hernández, denunció a través de las redes sociales que su padre falleció en un policínico esperando a que una ambulancia lo trasladara.
Hernández relató que el pasado 5 de octubre su padre tuvo que ser llevado al policlínico del municipio Abreus en Cienfuegos por un fuerte dolor en el pecho.
“Le ordenan electrocardiograma y le toman tensión arterial, a decir de la doctora todo estaba bien y le explica a la familia que es una angina de pecho, emite un método (mostrado en la imagen). Pasado unos minutos siente alivio y se va a casa, nadie le dice que debe esperar por determinado intervalo de tiempo”, expresó.
El padre de Hernández tuvo que regresar poco después al policlínico porque el dolor había aumentado de manera considerable y en esa ocasión le dieron un medicamento y llamaron a una ambulancia para que lo trasladara de manera urgente a Cienfuegos.
Sin embargo, la ambulancia tardó más de tres horas en aparecer y cuando lo hizo el padre de Enehyter Quiñones Hernández ya había fallecido, por lo que esta familia se mostró muy enojada con el sistema de salud de la isla.
A continuación, reproducimos íntegramente las palabras de Enehyter Quiñones Hernández:
Lo que aquí hago público lo asumo responsablemente, no hubo valientes para mi padre.
Aproximadamente a la 1:00 pm del pasado lunes 5 de octubre es llevado mi padre al Cuerpo de Guardia del policlínico Mario Muñoz Monroy del municipio Abreus en la provincia Cienfuegos, allí lo recibe la doctora de guardia, él venía con fuerte dolor en el pecho, fatiga y sudoración intensa.
Le ordenan electrocardiograma y le toman tensión arterial, a decir de la doctora todo estaba bien y le explica a la familia que es una angina de pecho, emite un método (mostrado en la imagen). Pasado unos minutos siente alivio y se va a casa, nadie le dice que debe esperar por determinado intervalo de tiempo.
No transcurrió 20 minutos y aquel dolor volvió ahora con más intensidad y fuerte presión, este se extendía a los brazos, piernas y espalda, pedía agua desesperadamente. Lo trasladan en auto nuevamente al referido centro de salud y nuevamente es recibido por la misma persona, le colocan dos tabletas de nitroglicerina sublingual y repiten ETK, vuelven a decir todo normal.
Le canalizan la vena, le ponen oxígeno y piden a Cienfuegos una ambulancia por código rojo alrededor de la 1:30 de la tarde. Mientras, sigue mi padre retorcido del dolor acostado y desesperado en aquel lugar, pasan las horas y no llegaba la ambulancia, la doctora insiste al teléfono, pero nada, no se vislumbra la ayuda tan esperada.
Pasaron las horas más largas y dolorosas para mi padre, sufrimiento indescriptible desde la 1:30 de la tarde hasta las 4:26 que fallece sin que llegara aquella ambulancia que era decisiva para salvar una vida, la vida de mi padre.
Solo 29 kilómetros separan Cienfuegos de Abreus, ya había fallecido mi padre cuando llegó una ambulancia al lugar. Me pregunto entonces: no importó el código rojo para mi padre, no había un valiente para salvarle la vida. Sería muy bueno si pagando la medicina obtuviera un buen servicio médico, calificado y comprometido con el juramento de Hipócrates.
Es triste escuchar a un profesional de la salud decir, eso te va a doler, pero por eso no vas a morir. Tres horas y veintiséis minutos para recorrer 29 kilómetros para atender un código rojo. Y ni pensar en recoger los electrocardiogramas realizados porque al pedirlo ya los habían desaparecido.
Ya todo terminó para mi padre, pero es bueno saber que no todo es como se dice. Ojalá esta dolorosa experiencia sirva al menos para que otras familias no sufran lo sucedido en la mía.
"Lo que aquí hago público lo asumo responsablemente" NO HUBO VALIENTES PARA MI PADRE ☹Aproximadamente a la 1pm del…
Posted by Enehyter Quiñones Hernandez on Monday, October 12, 2020