Asesinan a Roldy Polo Pérez, músico y promotor cultural en Guantánamo

El músico cubano Roldy Polo Pérez fue asesinado de un disparo el pasado martes 15 de febrero, mientras celebraba su cumpleaños en Vega Larga, localidad del municipio guantanamero de Baracoa.

A través de las redes sociales, personas allegadas a la víctima mortal precisaron que el responsable fue un agente policial que le disparó por la espalda, luego de una disputa sostenida entre ambos en plena celebración del cumpleaños. Polo se desempeñaba como promotor en la Casa de la Cultura Municipal Cecilio Gómez Lambert.

El Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP) reflejó en Facebook: “Oficial del MININT asesina al músico Roldy Polo Pérez, este 15 de febrero. Polo Pérez se encontraba celebrando su cumpleaños y había invitado al policía llamado Roelvis, quien pasado de tragos y luego de una discusión le propinó un disparo en el abdomen al músico. El hecho ocurrió en la localidad de Vega Larga, Baracoa, Guantánamo”.

Tras la triste noticia de su fallecimiento, familiares, amigos y usuarios en general, mostraron su pesar, enviando mensajes de condolencias a través de las redes sociales.

Yunieski Urgellés Rodríguez: “Con profundo dolor recibimos la desagradable noticia de que nuestro amigo, compañero y hermano, Roldy Polo Pérez, falleció. La cultura baracoense está de luto, llegue a sus familiares y amigos nuestro más sentido pésame. Descansa en paz hermano, los promotores de Cabacú nunca te olvidaremos”.

Francisco Luis Manzanet Ortiz: “Muere baleado por un agente de la policía represiva de Castro (PNR) el joven Roldy Polo Pérez en la localidad de Vega Larga, municipio de Baracoa. El hecho ocurrió en horas de la tarde del día de hoy martes 15. Según fuentes, el Hospital Municipal de la primera villa ‘Octavio de la Concepción y de la Pedraja’ donde se encuentra el cadáver, está sitiado por fuerzas combinadas de la Policía y de la Seguridad del Estado, debido a que amigos y familiares están consternados protagonizando protestas en contra del crimen cometido”.

Avana de la Torre: “Asesinan en la localidad de Vega Larga, municipio de Baracoa al joven músico Roldy Polo Perez (que celebraba hoy el día de su cumpleaños). Según fuentes un policía le disparó por la espalda, ahora mismo está su cadáver en el Hospital General Docente Octavio de la Concepción y de la Pedraja, donde a sus alrededores hay gran movilización de la PNR y DSE porque amigos y familiares del difunto están indignados protestando por tal injusticia”.

Rafael Alejandro Hernández Real: “En la noche de ayer 15 de febrero, mientras celebraba su cumpleaños, fue asesinado de dos disparos en el pecho el joven músico de Baracoa, Roldy Polo Pérez. El asesino, quien se encontraba dándose unos tragos con la víctima y otros amigos del barrio, era el Policía Roelvis Mendoza. Este Policía tiene fama de ser ‘mala copa’, le hacía daño la bebida, y en varias ocasiones cuando ingería alcohol disparaba con su arma al aire, sin que en ninguna ocasión fuese sancionado por tan irresponsable actitud.

El Policía se encuentra bajo custodia de otros agentes de la autoridad en el Hospital de la Ciudad de Baracoa, herido debido a las lesiones causadas en la cabeza por el hijo de la víctima Roldy Polo Pérez.

Roldy era querido en la localidad y era muy popular, ya que era músico. Mi más sentido pésame para la familia y amigos de Roldy, quienes esperan que se haga justicia. Acá adjunto fotos de la víctima y del policía asesino”.

Julián Pérez: “POLICÍA ASESINO, TU HORA VIENE LLEGANDO

Mi abuelo fue policía y mi tío también. Por suerte, ambos se dieron cuenta a tiempo y abandonaron el uniforme y se apartaron. Eran los primeros años de lo que el gobierno llamaba revolución, una palabra que enamoró a muchos en Cuba por muchos años.

No es malo ser policía. Son tan necesarios como los médicos que salvan vidas o como los ingenieros que construyen caminos. En las sociedades siempre hay que imponer controles y no todo se puede ceñir a lo que enseña el maestro en la escuela, o la familia en la casa. Incluso, a veces la familia no da los mejores ejemplos, ni enseña cómo se debe. Y ahí entra jugar su papel la policía.

La policía está para defender al pueblo, para protegerlo del que viola la ley, del que se cree por encima del resto. Por eso, en los países serios, cuando alguien llama al número de la policía, en segundos aparecen los agentes. Para algunos llegan con demasiado ruido y alarde, pero resuelven el asunto. O por lo menos responden con rapidez. Pero en Cuba no.

En Cuba, si hay alguien en la cuadra haciendo ruido excesivo a cualquier hora de la noche y llamas a la policía, no va. Si al amanecer te diste cuenta de que alguien entró a tu casa y te robó, y llamas a la unidad policial, pueden demorar hasta cinco días en ir. Si robaron en tu finca un caballo y haces la denuncia, te preguntan si tienes ideas de algún sospechoso, y al momento engavetan el tema.

Solo la policía cubana acude presurosa si le avisan que en alguna calle hay alguien gritando contra la dictadura. O si los chivatos de turno, que los hay por miles, les dicen que, en una pared, de cualquier lugar, escribieron “loas” de los castros o del gobernante de turno, el ya casi famoso “Díaz Canel Singao”. A eso sí.

Pero la policía cubana no defiende a esos que se oponen al gobierno. No los protege de las hordas comunistas cuando los atacan. Es más, le facilitan el camino, los protegen en sus embestidas -si no embisten ellos mismos- como ocurrió el luminoso 11 de julio.

Yo nací en Cuba y conozco Cuba. Y sé que muy pocos policías son honestos. Y sé también que muy pocos visten el uniforme por vocación. No pudieron ser médicos, peloteros, boxeadores, ingenieros, y se meten a policías. Conozco a algunos que se metieron a policías por venganza.

Los policías son, en su mayoría, corruptos, a pesar de que ganan más que los médicos y los ingenieros, más que los peloteros y los boxeadores.

Los de tránsito llegan a “caballitos” y patrulleros muertos de hambre y a los pocos meses ya tienen carros. A veces almendrones, pero tienen y lo hacen después de un sinfín de sobornos y chantajes, de cobrar coimas por cualquiera sabe qué. Y los otros, los policías normales, esquilman al infeliz, al pobre, al trabajador, al que intenta vender tres cocos para sobrevivir.

En muy pocos lugares de Cuba los policías son del mismo lugar. La mayoría son migrantes del oriente, que intentan escapar de la difícil situación en aquellas regiones y se enrolan en una fuerza que da vergüenza a Cuba y al mundo. Ni porte tienen, ni un vocabulario acorde al de un servidor público, ni moral tienen tampoco.

La policía cubana da lástima, a pesar de que hace algún tiempo, uno de esos anormales uniformados dijera que somos la cuarta policía mejor del mundo’. Y lo peor es que ese que lo dijo se lo cree. Se lo cree porque uno de sus jefes, más inteligentes o más ladino, se lo dijo un día. Pero ni él ni su jefe han visto nunca el accionar de un policía de verdad. Y no quiero decir que no haya policías hijos de puta en todas partes del mundo, porque los hay. Pero lo de los cubanos no tiene nombre.

Ya no le basta con el joven que mataron por la espalda en Guanabacoa hace un año, con el muerto en La Cuevita durante las protestas del 11 de julio. Ahora, en Baracoa, asesinaron por la espalda a un hombre. A un mulato baracoense, de nombre Roldy Polo Pérez, un músico que trabajaba en la Casa de Cultura como promotor cultural, de esos que se la juegan cada día para darle de comer a sus hijos y a sus padres, tal vez.

Lo mataron y creen, seguro, que el crimen quedará impune, como ha quedado impune todo por años. Pero esos que han disparado tienen que saber que la justicia, como dice Willy Chirino, viene llegando. Ningún imperio fue eterno jamás, ni ningún gobierno. Así que la hora de Cuba está ahí, casi al doblar de la esquina. Y esa será la hora de llevarlos a todos ante la justicia y hacerlos pagar por sus crímenes”.

Desde nuestra redacción hacemos llegar a sus familiares y seres queridos las más sinceras condolencias. Descansa en paz Roldy Polo Pérez.