Una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Ibn al Jatib, al sureste de Bagdad, se incendió este domingo en la madrugada, presuntamente por la explosión de un tanque de oxígeno, lo que ocasionó la muerte de alrededor de 82 personas y más de un centenar de heridos.
La investigación que se lleva a cabo por el departamento de Defensa Civil, manifestó hasta ahora que este centro médico “carecía de sistema de protección contra incendios y los falsos techos han permitido que el fuego se propagara debido a su composición muy inflamable … la mayoría de las víctimas murieron al ser trasladadas porque se las desconectó de los ventiladores; otras se asfixiaron por el humo”.
Por su parte, La Comisión de Derechos Humanos de Irak ha calificado lo sucedido como “crimen” contra los enfermos de Covid-19: “Han puesto sus vidas en manos del Ministerio de Sanidad y en vez de curarse, han muerto pasto de las llamas”.
El primer ministro iraquí, Mustafa al-Kadhimi, ha dado un plazo de 5 días para presentar resultados sobre la investigación y lo calificó como un “trágico accidente”.