La activista y opositora cubana Yeilis Torres Cruz, miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), aseguró desde el centro de detención para migrantes en Broward, que prefiere morir antes que regresar a la isla.
De acuerdo con el reporte del canal Univision, Torres Cruz está denunciando las irregularidades en su caso de asilo político, luego de haber presentado evidencias contundentes que demuestran la represión y el acoso sufrido en la isla por el aparato represivo de la Seguridad del Estado.
Mediante una llamada telefónica desde el mencionado centro, declaró: “Prefiero morir antes que regresar a Cuba. No creo que sea justo que todo el activismo que he hecho, de todas las cosas por las que he pasado, que me tengan tanto tiempo ahí, pudiéndome traer para acá para el lado de mi esposo”.
Yeilis fue detenida el 21 de mayo de 2021 por transmitir en vivo en Facebook el instante en que el periodista oficialista cubano Humberto López, vocero del régimen, salía del domicilio de una presunta amante.
Fue liberada el 4 de marzo de 2022 bajo medida cautelar de prisión domiciliaria y al mes siguiente le confirmaron que se encontraba libre de cargos penales.
El pasado 12 de mayo salió de la isla a bordo de una embarcación que fue interceptada por la Guardia Costera de Estados Unidos (USCG, por sus siglas en inglés) y fue trasladada hacia la Base Naval de Guantánamo. Allí permaneció hasta el pasado sábado 10 de diciembre en que ingresó a territorio estadounidense por el Aeropuerto de Fort Lauderdale, desde donde fue llevada a un hospital y posteriormente hacia el centro de detención donde se encuentra en la actualidad.
Yeilis declaró que tenía su pasaporte cubano, al cual le estamparon el sello de entrada al país, además tenía consigo la identificación que le dieron en la Base Naval de Guantánamo, pero ambos documentos les fueron retirados por el personal de la ICE (Servicio de Control de Inmigración y Aduanas) a su llegada al aeropuerto.
Por su parte, su esposo Pavel Pérez, quien se encuentra en territorio estadounidense, declaró: “Ella necesita estar conmigo en la casa, ya basta de tanto sufrimiento”.
El próximo 12 de enero la activista comparecerá ante un juez de inmigración.