Tras haber transcurrido 7 años de sufrir un aparatoso accidente de tránsito que le provocó múltiples traumas craneales y diversas fracturas a la joven actriz cubana Patricia Ramírez; hoy su madre rememora y deja conocer el estado que mantiene su hija. La tragedia ocurrió el 17 de abril de 2014 y la intérprete del personaje Leida, en la telenovela “Cuando el amor no alcanza”, aún permanece en cama.
“Eso no se olvida jamás, de esos palos que te da la vida, recibir una llamada: ‘Tu hija tuvo un accidente’ y montarte en una Yutong, llegar y pasarte en una camilla por delante y no conocerla. Y yo: Esa no es Patricia. Estaba muy inflamada”, dijo Nilda González, a la periodista Elsa Ramos Ramírez.

Trajo a su memoria los tristes recuerdos que se vio obligada a vivir horas después del accidente: “Estuvo 58 días en terapia intensiva y 28 en coma profundo”. En abril del 2015 llegó al Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN). “Ahí permanecí tres años. Todo fue muy duro: entrar diario a una terapia y escuchar que tiene muerte neurológica…, no lo aceptas. Le decía a un médico pinareño: ¡Ay!, doctor, ¿me está diciendo que me tengo que ir preparando porque mi hija va a morir?, y rompía a llorar”, reveló.
“Patricia fue sometida a tratamientos neurorrestaurativos muy avanzados. En su habitación recibía equipos médicos especializados y un programa terapéutico multifactorial con expertos en Logopedia, Defectología y Acondicionamiento Físico General, Magnetoterapia, Laserterapia, Electroestímulos…”, explicó la señora Nilda.

Han pasado años desde este lamentable accidente, y la nostalgia sigue apoderándose de la madre de la joven: “Al principio pensé que era transitorio y me decía: ella va a salir de esto, va a mejorar. Pero leía mucho, sabía lo que era y la decisión fue mía. Nunca me dijeron: llévatela. Pero el tiempo no pasa por gusto, llega un momento en que te percatas, sé que su daño es irreversible, pero tuvieron que pasarme siete años para darme cuenta”.
Respecto a su condición de salud presente, la madre comentó que: “Los potenciales evocados que le hicieron dieron que tiene cierta percepción auditiva y reconoce mi voz. Por eso no me gusta transmitir ese llanto. Orestes, mi esposo, me dice: ‘No comentes cosas tristes y malas delante de ella porque cambia el semblante’. Hay días que está más comunicativa. Otros, no tanto”.
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Posted by Elsa Ramos Ramírez on Friday, May 21, 2021
También, añadió que su hija: “Era dinámica, activa, responsable. Físicamente muy linda, no lo digo yo, lo dice todo el mundo, no era de mucho cuerpo, pero tenía su cuerpecito armadito y era alta más que yo, se mantiene así con su carita viva, pero verla tan delgadita…, pararse frente a la cama y ver lo que está y pensar en lo que fue… es muy difícil… He soñado que se levantó de esa cama. Pero, asumo esta Patri. Nadie disfruta un estado como este, pero la disfrutas cuando la vistes, cuando le hablas de su hermano, cuando entras a la habitación. Porque lo que tú tienes ahora es tu hija y tienes que aprender”.