Han transcurrido tres meses desde la última vez que fue visto el 11 de diciembre a las 9:00 de la mañana jugando en una esquina de su casa en la ciudad capitalina de Lawton. Desde ese entonces su familia ha proseguido una constante e intensa búsqueda que ha despertado las alarmas del régimen cubano.
Dada la incapacidad de los órganos policiales de dar con el paradero del menor de apenas 14 años, Yosvany Villar Ávila, han presionado constantemente a la familia del mismo para que no difundan la noticia. Las presiones han girado en torno a amenazas de agentes de la Seguridad del Estado cubano vestidos de civil, según afirma la abuela del niño desaparecido.
“Mi hijo Yosvany sigue sin aparecer. Son ya tres meses de sufrimiento y no tenemos ninguna pista. El miércoles subimos nuevamente fotos del niño a Facebook para ver si alguien lo ha visto. Ya no sabemos qué hacer”, fueron las desgarradoras afirmaciones que hizo en exclusiva al sitio independiente Diario de Cuba, Airobis Ávila Pérez, la madre de Yosvany.
La familia teme por la vida del menor, teniendo en cuenta además que es un niño con discapacidad mental.
“Ya habíamos sido advertidas varias veces por la Policía de la unidad de Aguilera para que no subiéramos fotos del niño (a las redes sociales) ni habláramos con periodistas”, reveló la abuela del menor al sitio antes mencionado, a lo que añadió que “siempre nos repiten que esas fotos son aprovechadas por los enemigos de la Revolución para difamar al Gobierno y dañar a Cuba. Que confiemos en la Policía y que el niño va a aparecer”.
Las desapariciones de menores de edad son un tema cada vez más latente en Cuba pero ignorado por las autoridades de la isla. Ejemplo de ello son las recientes desapariciones de los jóvenes José Manuel López, de Campechuela, Granma y Yordy Abizain Bandera en Florida, Camagüey, cuyos cuerpos fueron encontrados sin vida días después.