El régimen cubano le concedió un pase para visitar a su familia a Ernesto Borges Pérez, un preso que está condenado a treinta años de prisión y que lleva 22 años sin poder salir del centro penitenciario, informó Radio y Televisión Martí.
Borges que era un oficial de inteligencia que fue condenado a treinta años de cárcel en el año 1998 por espiar a favor de Estados Unidos, no había recibido nunca un pase, ni siquiera para asistir al funeral de su madre.
Raúl Borges, padre de Ernesto, dijo que ha sido un momento muy feliz para él y que va a continuar luchando para que las autoridades le otorguen la libertad condicional, un derecho que están violando hace muchos años.
“Es un momento muy feliz, son 22 años que llevamos en este tormento. Ha sido un sufrimiento acumulado en estos años y esto va teniendo un gran desgaste. La racionalidad debe imperar por encima de la represión y Ernesto, al igual que los que están en condiciones similares, deben ser puestos en libertad”, declaró.
Aunque sus familiares han pedido varias veces que lo dejen en libertad, lo único que han conseguido es que lo cambien de una cárcel de máxima seguridad a una de un régimen mucho más flexible.
A pesar que Ernesto Borges podrá pasar un tiempo corto en su casa, las autoridades le dijeron que no puede hacer política, no podrá ofrecer declaraciones a médicos independientes ni tampoco salir de la vivienda, además, deberá retornar al centro penitenciario el próximo 30 de octubre.