La recocida actriz Olivia de Havilland, considerada como la última sobreviviente de la Edad de Oro de Hollywood, falleció este domingo 26 de julio en su casa de París a los 104 años, así dieron a conocer fuentes cercanas a la artista.
Lisa Goldberg, abogada y representante de Havilland, dijo que la actriz murió de causas naturales en la casa en la cual vivió los últimos sesenta años luego de que decidiera retirarse del mundo del espectáculo.
La actriz nació en Tokio el 1 de julio de 1916 y su debut en los escenarios, o al menos del que existe constancia gráfica, se produjo en el año 1933 cuando participó en la obra “Alicia en el país de las maravillas” junto a un grupo de artistas aficionados.
Un año después participó en la obra “El sueño de una noche de verano”, lo que le permitió ser descubierta por el director de cine Max Reinhardt, quien la llevó a firmar un contrato de siete años con la compañía Warner Bros.
En el año 1935 debutó en el cine y participó en gran cantidad de películas de Warner Bros como “El capitán Blood”, “La carga de la Brigada Ligera”, “Robín de los bosques”, “La vida privada de Elisabeth”, “Essex” y “Murieron con las botas puestas”.
Sin embargo, su mayor éxito llegaría con la compañía Metro Golden Mayer, en el filme “Lo que el viento se llevó”, película que triunfó en todo el mundo y con la cual alcanzaría su primera nominación a los Premios Oscar.
Durante las décadas del cuarenta y el cincuenta continuó filmando películas, aunque una disputa legal con los estudios cinematográficos la mantuvo alejada de los escenarios durante algunos años.
A mediados de la década del 50 decide establecerse en París pues se casó con Pierre Galante y aunque continuó colaborando con la industria cinematográfica y escribió varios libros.