Un migrante cubano que se encuentra en un centro de detención perteneciente al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), denunció que fue atacado mientras se encontraba en huelga de hambre, informó The Guardian.
Yandy Bacallao, un cubano de 34 años, que se encuentra solicitando asilo político, contó que el ataque tuvo lugar el pasado 14 de mayo en el centro de detención ubicado en el condado Torrance y fue organizado por los propios guardias del lugar.
El cubano dijo que varios migrantes estaban realizando una huelga de hambre para exigir que sus casos fueran analizados por las autoridades migratorias y los guardias les arrojaron gas pimienta.
“Se podía escuchar a todos gritando por ayuda. El oficial me roció directamente en mi cara y en mi cuerpo, y corrí. Sentí que me iba a ahogar y que me quemaba la garganta. Mi garganta se cerró y me caí al suelo. No pude hablar. No pude respirar. Pensé que iba a morir”, declaró Bacallao.
Un portavoz de CoreCivic, una empresa penitenciaria privada que está encargada de administrar este centro de detención, admitió que los guardias del lugar respondieron ante una protesta que se desató y que arrojaron gas pimienta a los detenidos, aunque se negaron a explicar que reclamaban los migrantes.
Por su parte ICE, que es el máximo responsable de este centro de detención, se negó a emitir cualquier comentario sobre este incidente que tuvo lugar el 14 de mayo y tampoco hablaron de la manera en la que respondieron los guardias.
Bacallao dijo que su protesta y la de sus compañeros se debió a la pésima comida que les sirven en el centro de detención y para pedir que los liberen pues temen contagiarse con el coronavirus.