La historia de Kuzya, un cocodrilo cubano que lleva casi tres décadas viviendo en una tienda de fontanería en Novosibirsk, podría dar un giro inesperado: su dueño está valorando pedir ayuda al Consulado de Cuba en Moscú para devolverlo a la Isla debido a cambios recientes en la legislación rusa sobre animales exóticos.
Según explicó el propietario, Evgueni Fradkin, en declaraciones al medio ruso Moskovsky Komsomolets (MK), la nueva normativa prohíbe mantener cocodrilos fuera de zoológicos o centros especializados. La medida obliga a entregar a Kuzya antes de febrero de 2026, algo que Fradkin teme debido a la falta de instituciones con condiciones adecuadas para recibirlo.
El dueño adquirió al animal en 1996, aunque ya no conserva el recibo, un detalle importante porque la ley permite excepciones solo para animales demostrablemente adquiridos antes de 2020. Sin esa prueba, la interpretación queda en manos de las autoridades ambientales rusas.
El diario oficial Rossiyskaya Gazeta confirmó que el Servicio Federal de Supervisión de Recursos Naturales emitió el aviso formal para el traslado. Aunque existe una oferta de una instalación especializada en Ekaterimburgo, el dueño insiste en explorar alternativas.
Fradkin dijo que está valorando consultar al Consulado de Cuba en Moscú para conocer si el animal podría ser enviado a la Isla. La idea aún no ha sido planteada oficialmente, pero se estudia como último recurso.
La eventual repatriación sería compleja. Este cocodrilo está catalogado en peligro crítico de extinción y forma parte del Apéndice I de CITES, lo que exige permisos especiales de exportación e importación.
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Mientras el futuro se decide, Kuzya continúa en la tienda donde pasó casi 30 años, convertido en una curiosa figura local que muchos habitantes de Novosibirsk visitan solo para verlo.


