El dramaturgo y activista cubano Yunior García Aguilera, fundador del grupo Archipiélago y principal promotor de la Marcha Cívica por el Cambio del 15N, arribó a España el pasado miércoles junto a su esposa Dayana Prieto, desde allí concedió una entrevista al cineasta Ian Padrón en su programa “Derecho a Réplica”.
Sin revelar el lugar exacto donde se encontraba para no poner en riesgo a personas que están en Cuba y forman parte de la organización que le está acogiendo en el país ibérico, Yunior señaló que permaneció sin internet desde el 14 de noviembre, por lo que se está poniendo al tanto de lo acontecido al resto de los miembros de Archipiélago.
Indicó que sostuvo un diálogo difícil con el resto de los miembros de Archipiélago, porque no podía hablar con ellos desde hace mucho tiempo.
De igual manera, expresó que lo vivido desde horas de la madrugada del pasado domingo 14 de noviembre fue muy duro, porque en esta ocasión, a diferencia de lo acontecido el 27N y el 11J, se encontraba presente su esposa y su suegra: “Era una situación totalmente distinta, no sólo es tu dignidad, tu firmeza, es un sentido de la responsabilidad. Tengo que decir con orgullo que ellas son mucho más fuertes que yo. En un momento del día me quebré (…) fueron momentos muy duros, que te cambian la vida”, refirió.
“Cuando pasas por experiencias como esas, tú entiendes a veces algunas actitudes. Yo nunca he querido convertirme en una persona amargada, llena de resentimientos y mucho menos de odio, pero ese día lo sentí, en un grado que yo pensé que no iba a ser capaz de controlar”, aseveró con relación a la amarga experiencia de ese día.
“El régimen sabe cómo hacer las cosas para llevarte a la desesperación, lo primero que hacen es incomunicarte, que no puedas saber de los demás, ni los demás puedan saber de ti, para que tengas que tomar decisiones a ciegas (…) y cuando, además, están agrediéndote, te sientes pinchado por todas partes, incluso a veces por fuego amigo. Llega el momento en que logran lo que querían, sacarte de tu centro, del estado mental en el que eres capaz de tomar las decisiones correctas y obligarte a cometer cualquier tipo de error que ellos puedan usar contra ti mismo”, expresó.
Con relación a su salida del país, afirmó: “La decisión de salir del país fue solamente mía, yo no tuve la oportunidad de conversar con miembros de Archipiélago. La decisión fue tomada ese mismo día 14, de que no me quedaba otra alternativa que salir”.
Asimismo, relató que había acudido a la Embajada de España para solicitar visa, pensando en su posible detención y tener así una posibilidad de que alguien intercedería para sacarlo de la cárcel: “Siempre pensé que el día 14 iba a terminar en una cárcel, de hecho, me habían dicho tú vas para el Combinado del Este”, apuntó.
“El régimen trata de generar sospechas, que la gente se cuestione por qué otros sí y tú no, por qué tú estás fuera, por qué tú estas libre, por qué hay unos líderes presos y otros no. Eso la Seguridad lo hace conscientemente, para generar todas esas sospechas y esa desconfianza”, añadió.
García Aguilera alegó que la estrategia del régimen era silenciarlo y anularlo, y que la única manera de poder impedir eso era escapando de ellos. De igual manera, afirmó que la cúpula del poder ha celebrado su salida del país: “Han celebrado mi salida como una victoria para ellos, lo que ha ganado es el terror que han generado ellos”, aseguró.
“El tiempo dirá si esta decisión de salir es un error o un acierto, si se convierte en algo que ellos (el régimen) no han valorado aún, que es la posibilidad de dar testimonio a nivel mundial, de hablar con todo el que se pueda hablar, sin que ellos puedan controlar tus movimientos (…) Si mi única arma ha sido siempre la palabra, yo tenía que buscar la manera de defenderla”, explicó.
“En el mundo, después de esto que ha ocurrido, sobre todo las últimas jornadas, no creo que a nadie sensato, lúcido y honesto, le quede la menor duda de que en Cuba hay una dictadura tiránica”, agregó.
Con relación a su objetivo en esta lucha por la libertad y en contra de la dictadura, preciso: “Yo no estoy haciendo las cosas para que le pongan mi nombre a una calle, ni para pasar a los libros o que me hagan una estatua en un parque, estoy haciendo las cosas para que la realidad de Cuba cambie”.
“El régimen trató de convertir todo esto en una batalla entre un pueblo y un ‘mercenario’ asalariado por el imperio, entrenado por el enemigo, y todos los días la televisión mencionaba mi nombre y mostraba mi cara, tratando de convertir esta lucha que es muy plural, en un solo nombre y un solo rostro”, denunció.
García Aguilera afirmó que jamás pensó salir de su país: “Yo no he pedido asilo porque mi idea es regresar a Cuba, necesito cumplir mi misión y luego intentar regresar a mi país, para seguir pensando igual y haciendo las mismas cosas que he hecho”, aseveró.