La youtuber cubana Hilda Núñez Díaz, más conocida como Hildina, denunció las amenazas recibidas por esbirros de la Seguridad del Estado durante su estancia en La Habana.
Hildina, residente en la provincia de Santiago de Cuba, compartió en su canal de YouTube una grabación en la cual explica que en su viaje a la capital cubana se rentó en una casa, y allí se presentó un represor del Departamento Técnico de Investigación (DTI) para amenazarla.
“Me dijo que no podía grabar en La Habana, si lo hacía, entonces iba a tener complicaciones en mi vida, que lo pensara bien, porque yo soy madre de un niño y si me cogían grabando, iba a tener problemas”, denunció.
“Vino hasta donde me estoy rentando, ellos lo saben todo. Sabían cuando llegué, cuando me voy. Ellos saben el 80% de mi vida. Creo que lo único que no saben es cuándo voy al baño, porque todo lo demás lo saben”, añadió la joven.
De igual manera, relató: “Él vino, enseñó su carné del DTI (…) y me dice que el problema era por estar grabando en La Habana. Es que ellos no quieren que muestre la realidad que se está viviendo aquí, y entonces me amenazó y me dijo que no podía salir a grabar, y que esperaba no tener que verme de nuevo”.
Asimismo, cuestionó a quienes defienden el régimen y alegan que en la isla sí hay libertad de expresión: “Díganme ustedes dónde está, porque yo no la veo. Esta vez no fue un policía, fue el DTI y vino a amenazarme, y prácticamente ni le importó que mi hijo estuviera dando gritos”.
Según su criterio, la preocupación de la Seguridad del Estado se debe a que “a La Habana vienen más turistas y ellos necesitan mostrar otra vista y cómo saben que mis videos los ven bastante personas, no quieren que ustedes conozcan la realidad de Cuba. Ellos quieren que ustedes conozcan la realidad de los hoteles; de Varadero, la mejor playa de Cuba; los hoteles que ves al pasar por el Malecón, que cada día se construyen más hoteles y las personas viven en casa de madera y no reciben ninguna ayuda”.
El pasado mes de diciembre, Hildina denunció las amenazas que recibió con ser expulsada de su centro de trabajo (la Universidad de Oriente), debido a los videos que publica en las redes sociales, donde muestra la realidad de la isla.