El boxeador cubano Yordenis Ugás, utilizó sus redes sociales para criticar la medida del gobierno de la isla de vender alimentos y artículos de aseo en las tiendas de monedas libremente convertibles para recaudar divisas internacionales.
Yordenis confesó que cuando era niño y vivía en Cuba no pasó hambre gracias al sacrificio de su familia, pero que no pudo adquirir productos que se vendían en las tiendas en CUC hasta que cumplió 14 años y se fue a La Habana para continuar su entrenamiento.
Además, el boxeador cubano comentó que se trata de una medida completamente discriminatoria hacia la mayoría de los cubanos que viven en la isla, puesto que existe un alto por ciento de personas que no tienen familiares en el extranjero ni tampoco pueden acceder a divisas internacionales.
Ugás dijo que una vez más se demuestra que el gobierno de la isla no se preocupa por el bienestar de sus ciudadanos.
A continuación, reproducimos íntegramente las palabras de Yordenis Ugás:
Pienso en las tiendas esas que han puesto en Cuba y mi tristeza, no puedo explicarla, me supera completo. En los años 90 yo tenía 6,7,8 años y la verdad en mi casa nunca pasamos hambre, siempre mi mamá y mis abuelos inventaban algo, me recuerdo un chorote rico que hacían en la noche que siempre yo pedía la olla para rasparla, pero yo recuerdo que las tiendas yo las veía de pasada, vine a tomar leche condensada y galletitas y maltas cuando tenía 14 años en 2001 que me fui para La Habana por el deporte.
Pasaron casi 30 años y la situación de mi país es la misma y lo más dramático es que la gobierna la misma gente. Ahora con la diferencia que fui bendecido en la vida y mi familia que me tiene a mí que no me canso de trabajar por ellos posiblemente pueda ir a esas tiendas. ¿Y los que no tienen a nadie qué coño hacen?. Hablando con una persona que amo, sacamos unas cuentas y se las voy a compartir.
Un 15% están fuera del país. De ese 15% un 5% por millones de razones no manda nada. Entonces solo queda un 10% y entonces viene la pregunta que me imagino que todo se hacen. Cómo es posible que un estado pueda ser tan desconsiderado con su gente y saque artículos de primera necesidad para un 10% de su población. Y el otro 90% qué diablos hace.
Mi repuesta es: que parece que se tiene que seguir sacrificando por la revolución. Ok. Bueno, no puedo seguir hablando porque entonces, salen los cobardes y egoístas que su familia está bien a decirme que estoy lleno de odio, rencor y envidia por mi país.