El martes 17 de agosto, el régimen cubano ratificó la sentencia de ocho meses de prisión domiciliaria para la adolescente Gabriela Zequeira Hernández, quien presuntamente formó parte de las manifestaciones del pasado 11 de julio, por lo que está acusada de “desorden público”.
Según reportó CubaNet, pese a la apelación que habían presentado sus familiares, el Tribunal Provincial de La Habana decidió que la adolescente de 17 años deberá pagar su sanción en casa.
“Fui condenada a 8 meses de prisión de libertad por desorden público, que fue causa de un juicio sumario que se hizo el 22 de julio en el Tribunal 10 de Octubre (…) Luego me cambiaron a medida a reclusión domiciliaria hasta el día de la apelación, y no me quitaron la sentencia que fueron 8 meses con prisión domiciliaria, de la casa a la escuela y de la escuela a la casa, porque soy estudiante”, explicó Gabriela Zequeira.
La adolescente destacó que no solo ella fue enjuiciada, sino que otra menor de edad y otras mujeres les fueron ratificadas su condena de privación de libertad. Además aseguró en el juicio se presentaron unos supuestos testigos.
“Aparecieron 4 testigos que no estaban en el anterior juicio; dos eran boinas negras y los otros dos del Ministerio de Interior. Tres dijeron que yo estaba en la manifestación y otro dijo que yo estaba alertando a la gente para que vinieran que se unieran… y yo no lo hice (…) también dicen que yo estaba diciendo un bulto de cosas anti-revolucionarias, que no lo hice… Yo me encontraba a varias cuadras de mi casa, y me detuvieron cuando caminaba de regreso de la peluquería”, añadió.
Gabriela Zequeira continuó su relato diciendo que durante el juicio ella dijo: “Me dieron un golpe en la cabeza, que actualmente no escucho bien del oído derecho, me duele y tengo que tomar pastillas para eso. Mi mamá mañana me llevará al médico porque no escucho bien de ese oído… y en el juicio yo lo dije y no lo consideraron”.
La menor de edad envió un mensaje a todas las personas que han seguido su caso: “Muy agradecida con todas las personas que tenían fe en que yo iba a salir, y todos los que han orado por mí. Lo único que les pido es que sigan luchando no solo por mí, sino por todos los detenidos del 11 de julio”.