El balsero cubano Yadier Cuello ofreció su testimonio sobre la difícil travesía en alta mar para llegar a territorio estadounidense, luego de intentar su salida de la isla al menos en tres ocasiones junto a sus compañeros.
Cuello relató a América TeVé las dificultades para la construcción de la embarcación y sus consideraciones sobre las causas principales por las que los antillanos deciden arriesgar su vida.
“En Cuba no tienes la posibilidad de hacer una embarcación y de probar si navegaba o no, entonces los fracasos se dan, así como si nada, tú la tiras y es un factor suerte”, explica el balsero.
“Entonces es tanta la desesperación que hay veces que uno no ve el riesgo que está corriendo, uno lo que ve es la desesperación de irse. Y te montas en una embarcación con 20 y pico personas, sin seguridad. Pones en riesgo tu vida desde que te montas ahí, y tienes la suerte de que, si llegas coronas y si no llegas, lo pierdes todo, pierdes la vida”, señaló.
Él y sus amigos construyeron su propia balsa y le adaptaron un motor de tractor para emprender la travesía. Partieron desde la zona de Alamar, en el municipio Habana del Este e ingresaron a Estados Unidos por Key West, donde fueron interceptados por la Patrulla Fronteriza de esa nación y trasladados a un centro de detención, en el que escucharon historias horrorosas.
“De perder los familiares, de estar ocho días a la deriva. Tener a su hermano acostado en los pies y no tener el valor de tirarlo para el agua, y ya prácticamente apestaba”, contó Cuello.
Con relación a la decisión de abandonar la isla a expensas de cualquier contratiempo, expresó: “Cuando tantas personas no le dan valor a su vida y toman una decisión desesperada sin temor a perder la vida, porque no soportan el sistema en el que se vive, eso lo dice todo”.
“Tienes que ver que, si tú le dieras la vida como escape al mar, el cubano no lo pensaría dos veces y es para el agua, aunque sabe que es un 50% de lograrlo o no, uno no mira eso”, agregó.
De igual manera, sugirió no lanzarse al mar por lo arriesgado que resulta: “Yo por mi vivencia les diría que no lo arriesguen”.
Luego de haber logrado su objetivo, Cuello siente que volvió a nacer: “Desde que yo toqué el suelo americano, siento que volví a nacer. Yo se lo digo a todo el mundo, volví a nacer. Yo vivía en Cuba como un zombie”.
Entretanto, continúan las devoluciones de los balseros cubanos en su intento de lograr el sueño americano. La Guardia Costera de Estados Unidos repatrió el pasado jueves 27 de enero, a 40 cubanos que fueron interceptados en alta mar en dos interdicciones frente a las costas de Florida.