El primer ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, mantuvo una reunión con funcionarios de la Aduana General de la República (AGR), en la que les pidió buen trato a los pasajeros internacionales que llegan al país y no “prohibir por prohibir, sino en regular lo estrictamente necesario”.
Marrero Cruz dijo que además de custodiar las fronteras de la isla, la AGR debe dar una imagen agradable a las personas que arriban a Cuba y que eso se concibe a través de un trato cordial y amable con los viajeros.
También comentó que, si algún pasajero comete una irregularidad, el deber de los funcionarios de Aduana es explicarle lo que ha hecho y la sanción que se le aplicará, pero sin actuar de forma prepotente o desconsiderada.
“Esa defensa de la frontera garantizando la seguridad nacional tiene que ir acompañada de un buen trato, de una atención agradable a todo tipo de personas, de persuadir, de explicar con buena forma que es lo que está establecido. Si es alguien que está violando una ley, explicarle bien qué se violó, por qué tiene que aplicarse una medida. Que no falte información, que no falte atención. A veces una sola persona, con un actuar prepotente, con un actuar de enfrentamiento, o de falta de atención o de sensibilidad, echa por tierra el trabajo de todo un colectivo, de toda una institución”, declaró.
La AGR tiene fama no solo de maltratar a las personas que llegan a Cuba, en especial a los nacionales, sino también de efectuar decomisos de manera arbitraria.