Periodista rechaza oferta del régimen de exiliarse: “Fue duro decidir entre mi padre y mi país”

El periodista independiente cubano Héctor Luis Valdés Cocho, colaborador de la plataforma ADN Cuba, rechazó la propuesta que le hicieron las autoridades del régimen de abandonar el país, usando como escudo el grave estado de salud de su padre, que reside en Estados Unidos.

Valdés Cochó afirmó que no acudirá a la cita pactada para este lunes. En tal sentido, compartió en las redes sociales un mensaje que es reproducido íntegramente a continuación:

“Perdonen tanto texto, necesitaba contar

Muchos amigos me han preguntado qué me pasa, qué me sucede que han notado en mí un ligero desplome de hace unos días para acá. El motivo de mi preocupación es esta, mi padre. Una de las tantas cosas que este sistema patético me quitó. No porque mi padre haya sido un preso político, opositor o periodista independiente sino porque mi padre fue uno de los tantos cubanos que con lágrimas en sus ojos abandonó su tierra en aquellos días del 94; todo buscando una mejoría de vida para él y los suyos. Mi padre fue uno de tantos que dejó atrás sueños, amigos y familia. Fue quién dejó además de a mis hermanas, a mí con tan sólo 3 años. Según me cuenta mi madre, llegó junto a su hermano y su primo en aquella balsa maltrecha portando de vela una bandera cubana que según me dice mami, podría tenderse una cama camera con ella.

A mi padre no lo vi hasta después de 21 años, crecí como tantos niños sin el calor paterno, un calor que sólo me brindaba mi abuelo, pero no era lo mismo. Cuando volví a verlo, me era difícil reconocerlo, estaba enfermo, no era el hombre viril, buen mozo, atlético; ya no era aquel hombre que también me contaba mi mamá, enloquecía a las mujeres con tan sólo hablarles al oído, ya mi papá no era aquel Casanova. La diabetes había consumido gran parte de su cuerpo, tenía muy poca visión, y ya le habían amputado uno de los dedos de los pies. Estando junto a él, en varias ocasiones tenía que correr para inyectarlo y colocarle una pastilla de glucosa en la boca. Era todo un horror. Después de esos días no volví a ver a mi padre, después que llorando pidió perdón a sus hijos no volví a verlo.

Hace unos días, mi hermana mayor me envía unas fotos de él; fotos que no tuve el valor de mirarlas hasta este momento en que decido dejar plasmado acá todo lo que siento y mientras lo hago es inevitable que lágrimas caigan sobre el teclado del teléfono. Son tantas cosas que decirle, tantos abrazos que darle, tantos besos quisiera dejarle plasmados en su rostro. Sé que no podrá leer esto, ya mi papá quedó ciego; pero estoy convencido de que el amor de mis letras llegará como zumbido a sus oídos y le dejará saber este mensaje:

Padre, aunque te sea difícil de creer, mi amor por ti supera toda distancia que pueda haber en el mundo. Supera cada frontera y cada límite que separe a dos personas. Mi amor por ti es eso, amor. Pudiera ir ahora mismo y abrazarte, besarte y cuidarte; pero espero que entiendas que, aunque no estuvimos lo suficientemente juntos, saqué tu valentía y no puedo abandonar aquello que empecé. Sonará egoísta de mi parte, pero tengo los mismos valores que tú, y sé que en lo profundo de tu ser estás orgulloso de mi decisión. Perdona a tu hijo por no tener el valor de abandonar su país para ir a tu lado, perdona el ser testarudo que ayudaste a traer a este mundo. Te amo sí, con todas mis fuerzas y lloro sin que nadie me vea llorar. Cuídate y sé fuerte, sé ese superhéroe con el cual soñaba en mi niñez. Sé ese hombre gigante que en mi infancia presumía por doquier. ¡Sé mi padre! Mil veces perdóname, espero que me entiendas.

Todos se preguntarán el porqué de este mensaje. El pasado día 31 de octubre cuando fui detenido y posteriormente trasladado a Villa Marista, una vez más me colocaron en la mesa la ‘posibilidad’ de abandonar el país, usaron a mi padre como método de chantaje emocional para que así decidiera de una vez y por todas vivir en el exilio; según ellos para que lo pudiera cuidar. Reconozco que en su momento acepté la oferta, por eso no lo había denunciado antes; mañana era la cita a la embajada del país que sería mi destino. Digo ‘era’ porque en esta ocasión mi convicción pudo más que el chantaje emocional utilizado durante esos dos interrogatorios por más de cuarenta minutos cada uno.

No iré, no asistiré a la cita donde me dirán: ‘No puedes entrar más a cuba’. Fue una decisión tomada a solas, ni siquiera mi madre ni Raúl sabían de esto. Fueron siete días duros donde tuve que elegir entre mi deseo de estar al lado del hombre al cual le debo en parte estar en este mundo y mi deseo de estar acá, en esta tierra que un día me cerrará los ojos. Fue duro decidir entre mi padre y mi país.

Algunos me dirán indolente, mal hijo, que soy el peor de los seres humanos; créanme que en estos momentos me vale gorro quien decida opinar de mí. Sólo yo sé lo que se siente tener que decidir entre el amor de mi padre y mi país. Mi padre es orgulloso y creo que saqué esa parte suya, soy demasiado orgulloso como para dejarles a ellos el buen sabor de boca que ofrece la victoria. Mañana se quedarán esperando ahí, en esa sede diplomática que pretendía lanzarme al destierro, creo que ni irán, ya que aquí están leyendo mi decisión final. No pueden ni podrán conmigo, salí así de fuerte a mi padre, ese con quien quisieron chantajearme”.

Los seguidores del periodista reaccionaron a su mensaje: “Ni sé qué decir. Solo que te abrazo tan fuerte desde la distancia, que espero te llegue mi calor. ¡Qué inmenso eres!” … “Este es el Héctor que yo admiro y respeto. El que vi en tus ojos el primer día que vi una directa tuya. Digno de tu nombre. Bendiciones para ti querido” … “Ánimo, la victoria está cerca como bien dices, tu padre luchó por tu generación y las futuras, hoy toca seguir su legado, todo el mundo está pendiente de la situación que es desesperante, incómoda y dolorosa, porque parece que el tiempo no marcha, están haciendo historia usted y todos los que luchan por la paz y la libertad pagando un alto precio. Fuerza porque valor les sobra. ¡Viva Cuba libre! ¡Libertad para los presos políticos! ¡Libertad para el pueblo de Cuba!”.