El pelotero cubano Loidel Rodríguez de 22 años de edad y tercero en abandonar la selección criolla en la recién concluida Copa Mundial Sub-23 en México, ofreció declaraciones luego de acceder a suelo norteamericano.
A través de una entrevista exclusiva que concedió al canal América TeVé, el joven atleta relató las peripecias que tuvo que sortear para escapar del sistema de seguridad que vigilaba a los peloteros cubanos, saltando desde el segundo piso del hotel donde se encontraba hospedado.
“Salté persiguiendo un sueño que muchos deportistas persiguen que es jugar en la MLB, por eso estoy acá y voy a entregarle al público lo mejor de mí. No quise hacer la fuga por delante de mis compañeros para no faltarles el respeto, por eso fue que decidí lanzarme desde un segundo piso. Por una cuestión de moral, que los iba a dejar y no quería que ellos me vieran dejarlos ahí solos”, aseveró el joven.
Precisó Rodríguez que la decisión de abandonar la delegación en su sueño de jugar en la MLB la tomó por sí solo, que nadie lo incitó. Si contactó con el agente de los peloteros, pero al arribar a Estados Unidos.
“Entré como lo hacen todas las personas, me entregué allí en la frontera por San Luis, Río Colorado (…) Estuve nueve días allí y después salí gracias a Dios”, señala con relación a su llegada a Estados Unidos.
El agente de peloteros que lo está asesorando, Carlos Pérez, quien también acudió a la entrevista junto al pelotero, indicó que presentó su video en el Miami-Dade College y fue aceptado para formar parte de esta escuela, que los coach y los manager se quedaron entusiasmados y el próximo lunes 11 de octubre el atleta debe presentarse en dicha institución.
Loidel, quien juega en la primera base, en la receptoría y en el área de los jardines, expresó que no se ha comunicado con el resto de los peloteros que abandonaron la selección.
El periodista Juan Manuel Cao comentó que las autoridades del béisbol en Cuba han afirmado que esta ola de deserciones forma parte de un plan para desprestigiar el béisbol de la isla, en tal sentido Pérez asevera: “Más desprestigiado de lo que está, no puede estar y por eso es que los muchachos se van. Los muchachos quieren otro futuro, otra vida, están estancados”.
Por su parte, Rodríguez precisa que los que abandonaron el equipo no tienen intención de desprestigiar el béisbol cubano ni de ridiculizarlo: “Nosotros lo que estamos buscando es un sueño, jugar en Grandes Ligas, en el mejor béisbol del mundo, eso es lo que estamos persiguiendo”.
Ante la pregunta de qué familiares deja en Cuba, el pelotero expresa: “Dejé en Cuba a mi papá, a mi mamá, a mi esposa, a mis dos hermanos, tengo uno acá gracias a Dios, a mis primos, a toda mi familia”.