Padre cubano se opone a enviar a su hijo al Servicio Militar: “A mi hijo no lo usarán”

El cubano Leo P. Garcés mostró su desacuerdo total a que su hijo sea reclutado para cumplir con el Servicio Militar en la isla.

A través de sus redes sociales, Garcés, quien según su perfil en Facebook reside en la provincia de Holguín, compartió el pasado viernes 6 de enero una publicación que es reproducida íntegramente a continuación:

“Vinieron a inscribir a mi hijo para el Servicio Militar, al que, como tantas injusticias de la dictadura cubana, me opongo rotundamente. 

Me pidieron sus datos (mi hijo se encontraba en la escuela) y respondí con una pregunta: ‘¿ustedes no los tienen?’ ‘Sí’, fue su respuesta. Entonces si usted los tiene ya no los necesita. 

Les dejaré algunos puntos claros:

– Yo nunca le he impuesto a mi hijo ninguna religión, ideología, etc. Esas son decisiones personales que le corresponde solamente a él tomar, no a unos gordos burócratas. 

– Si a él le gustara la vida militar, (que no es el caso, gracias a Dios) aunque creo que no sería una decisión respetable y mucho menos de mi agrado, aun así, yo como padre tendría que ser fiel a lo que le he enseñado y aceptarlo. 

– Nunca he querido que mi hijo sea como un ‘zombie’, que no vive, no piensa, no habla, no cuestiona, no sueña; así como veo en lo que se convierte todo joven al cual esta sociedad absorbe con esa ideología criminal impuesta.

– Saben que yo denuncio los abusos del régimen y me opongo a su política dictatorial. Y me viene una pregunta a la mente: cuando el otorgamiento de becas, le negaron una de las que pidió y se la dieron a otros que estaban por detrás de él en el escalafón, solamente por ser mi hijo, ¿por qué carajos para esto sí vienen?.

Siempre he tratado (dentro de lo posible) con la verdad, de contrarrestar los efectos tóxicos de las propagandas a las que somos expuestos desde niños, por la ambición y megalomanía de hombres que se creen dueños de Cuba, que no dudan en arrebatarnos a nuestros hijos y como esclavos usarlos en sus planes.

He tratado de mantenerlo libre de todo ese ‘falso conocimiento’ que nos deforma y vuelve sumisos sin opinión propia, llenos de rencores, de intolerancia, de miedos; que ha provocado constantes enfrentamientos entre cubanos, que a tantas familias ha separado y destruye. 

Le he enseñado a cuestionar todo cuanto le sea posible, a ver las clases con temas políticos como unas asignaturas más; que no necesariamente son fieles a la verdad, que estas no son para nada incuestionables. 

Pocas cosas que me atan a la vida, una de ellas (y la más importante) es mi hijo. Nunca he creído en amenazas, porque creo que esas son cosas que se dicen y rara vez se cumplen.

Sólo diré que si para defender mis derechos, he dejado mi suerte en manos de Dios y he asumido los riesgos sin preocuparme por mi vida, ¿cuánto más creen que haría por mi hijo? (Mi moderación es producto de su presencia). 

Mientras escribía esto llegó mi hijo y le pregunté, ‘¿tú quieres ir al Servicio Militar?’ – ‘No, pa’, claro que no. Eso es perder años de mi vida y yo quiero seguir estudiando; a mí no me gusta la vida militar ni las armas’, me dijo.

Dejé de buscarle sentido a mi existencia con la llegada de mi hijo, dejó de pertenecerme mi vida al verlo; cuando me miraron sus pequeños ojos, en ese instante conocí el verdadero amor.

La dictadura me ha quitado muchas cosas, pero a mi hijo no me lo quitarán; no lo usarán como a los pobres muchachos inexpertos que sacrificaron en el incendio de Matanzas. ¡ÉL NO LES PERTENECE A USTEDES!”.

Los internautas reaccionaron al mensaje de este padre: “¡Bravo, hermano! ¡Felicidades! Una lección para todos los padres que piensan igual, pero que sienten temor de hablar. ¡Abajo la dictadura!” … “Muy bien, esa es la actitud. Yo tengo un primo hermano que en el Servicio Militar lo enfermaron de los nervios, lo maltrataron, lo humillaron. Se enfermó de los pies y así mismo lo hacían caminar, sin importarle las lesiones que tenía. Todo ese maltrato era por los mismos oficiales. Mi tía lo sacó en muy malas condiciones de salud, hasta con tratamiento psicológico. El Servicio Militar en Cuba está plagado de delincuentes uniformados, llamados oficiales” … “Lo felicito, usted es un padre ejemplar. Nunca permita que los que no saben el sacrificio de usted para mantenerlo lleguen a disponer de su vida. Muchas bendiciones”.