La Fiscalía de La Habana negó el pasado miércoles 14 de diciembre la licencia extrapenal a Dayron Martín Rodríguez, de 37 años de edad, quien padece de esquizofrenia y fue injustamente sentenciado a 22 años de privación de libertad por su participación en los sucesos del 11J en el reparto La Güinera, del municipio capitalino de Arroyo Naranjo.
Martín Rodríguez fue acusado por el presunto delito de sedición y se encuentra cumpliendo su condena en el Combinado del Este de la capital cubana, donde sufre crisis continuas y afronta riesgo para su vida, debido a la carencia de medicamentos.
El propio recluso fue quien contó vía telefónica a su madre Estelvina Rodríguez, la injusta decisión de la fiscalía.
“Me dice: ‘Mami, no sé qué voy a hacer con esta situación de los medicamentos, y no me ve un médico’. Pero también estaba muy deprimido porque lo llamaron allí, un mayor, para que él firmara los papeles… que han recibido la negación de la extrapenal (que solicitó) por su enfermedad”, declaró la mujer a Radio y Televisión Martí.
Esta noticia ha causado gran preocupación en Estelvina: “Imagínese usted, una persona con su condición y sin medicación, cuando recibió esa noticia… Aparte de que es muy peligroso, es muy triste sentirlo así”.
Dayron fue sometido el pasado 15 de septiembre a una evaluación médica, junto a otros reos, y debido a su condición de preso político fue el único denegado por la fiscalía.
“Cuando a él lo llevan a Medicina Legal, que lo trasladaron del Combinado, lo vieron tres psiquiatras distintos, lo examinaron, le hicieron preguntas, y ninguno de los tres estaba de acuerdo con que él estuviera allí preso y sin medicación, por lo peligrosa que es su condición. Pero eso ya pasó después a fiscalía. Él mismo me dice: ‘Mami, conmigo ese día fueron cuatro prisioneros más, comunes, y ellos salieron. Entonces, como yo voy por problema político…’. No, él no importa”, denunció la mujer.
A pesar de esta injusticia, la madre del preso político asegura que continuarán luchando por su libertad, debido a su condición de paciente psiquiátrico desde niño.
“Este viernes él tiene visita y su papá lo va a ir a ver. Y va a recoger ese papel, porque tenemos que seguir luchando. Mientras yo respire no me voy a cansar. Ahora vamos a tratar de buscar otro abogado, pero tratar de que sea un abogado penal, para ver si ellos (las autoridades) pueden hacer una revocación (de condena) por esta situación de la enfermedad”, precisó la madre.