Alexander Raúl Pupo Casas, el médico cubano que denunció amenazas de parte de las autoridades y que decidió renunciar a su puesto de trabajo, publicó en sus redes sociales una respuesta a quienes tratan de desacreditar sus publicaciones.
Casas aseguró que no recibe ningún tipo de remuneración económica por decir la verdad de lo que sucede en la isla y que se trata de una táctica del régimen para evitar que las personas denuncien los atropellos que se cometen a diario.
“Pero si algún día me pagaran por decirle la verdad en su cara a la dictadura, creo que sería el dinero más reconfortante. Estarían pagándome por hacer algo bueno para mí gente, sería el dinero más limpio. Claro, eso a ustedes no les conviene, porque los quieren tener engañados para seguirlos explotando y llenándolos de doctrinas obsoletas que solo agudizarán sus miserias y privarán de libertades, pero lamentablemente sus filas decrecen y las mías aumentan”, expresó.
También dejó muy claro al gobierno que cada vez son más los cubanos que reconocen que en el país existe una dictadura.
“Cada día un cubano nuevo se siente identificado con lo que publico y con eso me basta porque eso significa que solo necesito seguir sumando cuando ustedes restan”, dijo.
A continuación, reproducimos íntegramente las palabras de Alexander Raúl Pupo Casas:
Hoy me siento optimista por un rato pues “si la bestia se sacude es porque le duelen mis picadas”. Por ahí me dicen a cada rato que una golondrina no compone verano, es cierto, pero cuando canta se escucha y eso atrae a otras golondrinas. Me fascina ver la furia con la cual grupitos “revolucionarios” tratan de desacreditar mis publicaciones.
Lo intentan con todas sus fuerzas, no les conviene que la gente me siga, será que le duelen las verdades. Bueno, creo entonces que voy por buen camino. Y si el monstruo se tambalea con mis publicaciones, si me han dedicado tiempo y megas es que entonces les duele que le cante las 40 en su cara.
Pero bueno, quien pregunta merece una respuesta, y para quitarles ese síndrome obsesivo-compulsivo hacia mi persona les haré una confesión. No me pagan por publicar, mis ideas no se venden, no negocio ni mi libertad ni la de Cuba, pero les confieso que últimamente le he cogido el gusto a esto de desenmascarar a la dictadura y les digo de nuevo, no me pagan por ello.
Pero si algún día me pagaran por decirle la verdad en su cara a la dictadura, creo que sería el dinero más reconfortante. Estarían pagándome por hacer algo bueno para mí gente, sería el dinero más limpio. Claro, eso a ustedes no les conviene, porque los quieren tener engañados para seguirlos explotando y llenándolos de doctrinas obsoletas que solo agudizarán sus miserias y privarán de libertades, pero lamentablemente sus filas decrecen y las mías aumentan.
Cada día un cubano nuevo se siente identificado con lo que publico y con eso me basta porque eso significa que solo necesito seguir sumando cuando ustedes restan. Eso asegurará la victoria de la verdad sobre su mentira. Miren a su alrededor, la juventud está con el cambio, Cuba está con el cambio, aunque tenga miedo de manifestarlo. Ustedes están rezagados, sus técnicas fascistas y dictatoriales cada vez están más al descubierto, se les acaba la carretera y caerán por el precipicio que una vez fue solo un bache y que ustedes mismos permitieron que creciera.
Lo siento, pero los jóvenes cubanos en su gran mayoría no siguen ni creen en sus doctrinas, están quedándose sin argumentos. Lo sé, porque veo en mi generación el fin de la suya. Ustedes tuvieron su tiempo y lo mal aprovecharon, este el tiempo de los Pinos Nuevos, nosotros somos el cambio y les estamos cayendo arriba como avalancha, nosotros ya somos más que ustedes, aunque estemos más desorganizados, pero paso a paso nuestra revolución de verdades irá aplastando su revolución de mentiras e ideas mal concebidas. Lo digo y lo repito para que no les quepa dudas. La revolución somos nosotros.