Tres madres cubanas que ocuparon un local abandonado en la Habana Vieja el pasado primero de diciembre, están pidiendo ayuda porque temen ser desalojadas por parte de las autoridades de la capital, informó Diario de Cuba.
Iracema Puentes Laguna, madre de una niña de nueve años y una de las mujeres que irrumpió en la propiedad, relató que saben que ese local está abandonado desde el año 2012 y que a pesar de eso la policía las amenaza con acusarlas de invasión de propiedad.
“Como vivíamos en casas con peligro de derrumbe, decidimos meternos en este local, que se encontraba abandonado desde 2012 y pertenece a la Empresa Eléctrica. Desde ese momento hemos recibido amenazas del supuesto encargado de esta nave, llamado Ibrahim Ferrer, el cual nos acusó de usurpación de propiedad. Tuvimos que ir a juicio. Nos pusieron una multa de 100 pesos a cada una, aunque el tribunal se desentendió de nuestro caso y dijo que debía resolverlo la Dirección de Vivienda”, declaró.
Por su parte Mabel, una señora que está junto a su nieta en este local, explicó que se metieron en ese lugar porque no tienen otro lugar donde refugiarse y que a ellas les encantaría salir de ahí, pues no cuentan con agua, corriente ni con condiciones para los niños.
Sin embargo, están dispuestas a permanecer en ese local hasta que el gobierno de La Habana acceda a proporcionarles viviendas dignas y que no tienen pensado dejarse intimidar por las amenazas que reciben.