Madre de joven preso el 11J: “No me van a callar y no tengo nada que dialogar”

Una madre cubana denunció la injusta encarcelación de su hijo Aníbal Yasiel Palau Jacinto, de 25 años de edad, quien se encuentra encarcelado luego de los sucesos del pasado 11 de julio en el municipio mayabequense de Güines.

A través de sus redes sociales, la madre exigió la inmediata liberación de su hijo y rechazó abiertamente todo tipo de diálogo con el régimen de la isla.

Su mensaje, es reproducido íntegramente a continuación:

“Exijo libertad para mi hijo Aníbal Yasiel Palau Jacinto. Es un joven de bien, trabajador, súper sacrificado por su familia y amigo al 100%, esposo de los que se extrañan con mucho dolor y tristeza.

Lleno de valor, salió a las calles y se unió a la multitud que inundó las calles con gritos de libertad. Hoy todo lo catalogan como delito, no están haciendo más que buscar razones, agarrándose de una paja, de un pelo. Mi hijo solo pidió libertad.

Aún sin petición fiscal, en Quivicán. Yo, su madre, lo voy a defender y apoyar siempre, pase lo que pase. No me van a callar y menos aún tengo nada que dialogar. Yo grito libertad con la misma fuerza y convicciones con que él lo hizo. Para nadie es un secreto que han violado nuestros derechos.

Sencillamente yo repito ¡Abajo la dictadura! soy anticomunista ¿y? Si les molesta que se denuncie y ante el mundo se ponga a la luz todo el sufrimiento que le han causado a cientos de familias, como a las nuestras, y cada atrocidad que hacen en actos de represión, amenazas, violaciones, etc., tienen una sola tarea ¡Libertad ya!

Sencillamente, no se merece ni un solo día encarcelado por abrir la boca para decir verdades, lo que se siente. Somos continuidad de Martí, de Maceo, del mambí y nuestra sangre no se derrama en vano. ¡Viva Cuba libre!”.

El pasado mes de octubre, el activista cubano Marcel Valdés denunció el caso del joven y precisó que fue sometido a una brutal represión en el momento de su arresto, por parte de los esbirros de la dictadura y en la cárcel de máxima seguridad donde se encuentra ha recibido fuertes golpes y torturas, siendo obligado a gritar consignas en defensa del régimen.