La madre cubana Milaydis Pérez Echevarría, residente en el reparto Los Pocitos del municipio habanero de Marianao, desde hace cinco años se encuentra a la espera de que las autoridades le suministren los materiales para la reparación de su vivienda que está a punto de derrumbarse.
Según declaró a la plataforma independiente CubaNet, ha recibido visitas de varios directivos y ninguno la ha ayudado a resolver el problema de su casa, en la que conviven 7 personas, de las cuales 4 son menores de edad.
“Vinieron en cuatro ocasiones y en todas me dijeron que en siete días me darían una solución, pero por gusto. Ya, por último, vinieron en diciembre de 2021 y nos dijeron que tuviéramos nuestros datos a mano, que en enero de 2022 iban a darme una solución, pero nunca más vino más nadie”, apuntó.
“Llevo 5 años esperando esa ayuda del gobierno, 5 años exactos, con pruebas y todo. Comisión de visitas a mi casa, papeles médicos; esperanzas que se volvieron negras. Mi casa está abierta desde alante hasta atrás, ya la pared del cuarto está despegada del piso, tengo dos barrancos en la parte de atrás recostados a la casa”, contó Pérez.
De igual manera, destacó que tiene dos niños que permanecen gran parte del tiempo enfermos: “Vivo estresada. Cuando llueve entra agua por el piso, por el techo, por las lámparas. No podemos ni sentarnos a orinar porque nos cae un chorro en la espalda. El agua corre para abajo de las camas. El closet se me moja”.
Además de sus hijos, su esposo también afronta problemas de salud: “Tuvo un derrame pleural que le dieron 72 horas de vida. Estuvo en terapia 12 días en el Hospital Militar. Ahora mismo está trabajando, pero ya no es como antes, porque se salvó su vida, pero no quedó igual, ya que le hicieron dos drenajes en su pulmón. Dependemos de un salario, que malamente comemos para sobrevivir”.
Sobre la visita de Miguel Díaz-Canel a Los Pocitos el pasado mes de noviembre, denunció: “Aquí arreglaron por donde pasó, que fue la parte de arriba. Aquí nunca llegó, creo que no está enterado que esto existe, porque aquí nunca bajó. Si no, yo le hubiera enseñado mi casa con mi frente muy alta, a ver qué pasa”.
Asimismo, envió un mensaje a Díaz-Canel: “Que trate de investigar más y de mirar bien la realidad que se le esconde, porque siempre lo llevan por donde se puede ver, pero que dé pasos y se cuele en lugares donde de verdad hay personas inocentes con pura necesidad que él no las conoce o no lo quieren traer, pero yo hubiera dado todo lo que no tengo porque ese día hubiera entrado dos cuadras más atrás y haberlo entrado a mi casa”.
Finalmente, aseguró sentir temor de vivir en tan malas condiciones: “Estoy desesperada, porque en cualquier momento lo que tengo es que llamar y pedir auxilio. Si se cae un tubo o una teja del techo seguro me mata, o mata a mis hijos; o peor, si la casa se viene abajo perdemos lo poco que tenemos y eso es lo que ellos no entienden, a pesar de que han visto el peligro con sus propios ojos”.