La joven madre cubana Dayana Silot Piedra, compartió en las redes sociales un texto en el cual le dice al presidente Miguel Díaz-Canel que sus hijos no tienen qué comer.
Silot aseguró que su hijo mayor lleva tres semanas comiendo arroz con pepino porque no tiene recursos para comprar otros alimentos y que su bebé está en edad de alimentarse con puré, pero que tampoco puede adquirir pollo o viandas.
Además, denunció que el salario que paga el gobierno no alcanza para vivir de manera digna y que ha querido realizar otras actividades para mantener a sus hijos, pero que las autoridades no se lo permiten.
La mujer dijo que está profundamente decepcionada del gobierno, pues no ve un futuro para sus hijos y no quieren que tenga que pasar toda su vida pasando necesidades como le ha sucedido a ella.
A continuación, reproducimos el mensaje de esta madre cubana a Miguel Díaz-Canel:
Señor presidente, por favor no nos haga pasar más vergüenza. Los niños en mi país no nacieron para ser felices, lo digo yo, que no tuve ni una muñeca porque a mi madre, la boba que se pasó 11 años trabajándole al MININT le dieron tres patadas por el cul.. cuando tuvo a mi hermana inválida y no tuvo con que comprarme una muñeca.
Lo digo porque mi hijo señor presidente, lleva tres semanas comiendo arroz con pepino, lo digo porque mi bebé de 6 meses ya le toca comer su puré y yo no tengo como buscarle el pollo o la vianda, porque no tengo tarjeta USD, porque cuando trabajaba en una fábrica para ganarme la vida dignamente no me alcanzaba ni para 3 días y entonces cuando una quiere tirarse a la calle a jinetear, está aquel que no ve los feminicidios, los asesinatos y los robos, pero para estar velándole el cul.. a uno y meterla presa 3 años, sin escatimar nada.
Señor presidente, soy joven, viví en un pueblo donde la gente da la vida por esto, pero salí de ahí y vi la crueldad y estoy decepcionada de mi país, de la tanta fachada dignidad con la cual lucran. Mis hijos no tienen por qué pasar por esto, yo no tengo por qué pasar por esto, nadie lo tiene que aguantar porque la vida es para vivirla, no para sobrevivirla cada día como si estuviéramos en una selva. Basta ya, todos digamos basta ya.