El joven locutor cubano Alejandro Quintana Morales, quien abandonó la isla recientemente para residir en Estados Unidos, aseguró que “es uno más de este éxodo masivo sin remedio y sin opciones” y que tuvo que sacrificarse mucho para lograr su objetivo.
A través de sus redes sociales, Quintana, quien conducía programas en la emisora Radio Rebelde, compartió una grabación con imágenes de su larga travesía y junto a ella, escribió un mensaje que es reproducido íntegramente a continuación:
“Mi Cuba:
Sí, soy uno más de este éxodo masivo sin remedio y sin opciones.
Podía llevar muy poco conmigo, sin embargo, me llevé la voluntad de muchas voces y de muchos silencios atrapados en mi garganta.
Sí, soy uno más, porque mi historia se parece a la de muchos, o tal vez a la de todos, pero no, tú sabes que nadie me regaló una visa, nadie me abrió las puertas de un avión ni tendió para mí una alfombra roja. Yo fui uno más de los que invadió las fronteras, las selvas, los ríos, las montañas y huyó días y noches mojado y con el frío atado a los huesos.
No, a mí nadie me dijo que me fuera sin decirte adiós, lo tuve que hacer yo porque detrás de una sonrisa a veces esperan muchas lágrimas, porque hay historias que no las cuenta la televisión y porque hay minutos que se hacen eternos cuando se apagan las luces y sales a caminar una selva más peligrosa que todas las que desafié para llegar hasta aquí.
Sí, soy uno más de los que entregó su arte en tus medios porque nunca me dejaron ver en ti algún otro. Sin embargo, sabes que no fui de los que engoló la voz para convencer más, para imponer más ni para intimidar más. No me estudié el personaje de macho, varón, masculino ni pude disfrazar mi imagen con las poses del locutor rudo y sobrio que pretendieron siempre y justamente por eso, tal vez, fueron apagando mi voz que terminaba siempre con una frase para motivar a quienes vivían las mismas angustias que yo y que tú, del otro lado de la cámara.
Estuve en ti entregándote mi arte que, por cierto, tampoco nadie me lo regaló. Mis fuerzas se fueron apagando y ahora libre te ofrezco disculpas por dejarte sola y triste, pero sé que me entenderás. ¡Yo también necesitaba respirar!”.