Lamentan muerte de joven de 19 años por incendio en Matanzas

El joven de 19 años de edad, Leo Alejandro Doval Pérez de Prado, quien cumplía con el Servicio Militar, perdió la vida en el trágico incendio desatado en la Base de Supertanqueros ubicada en la zona industrial de Matanzas.

Varios familiares, amigos, y usuarios en general, lamentaron su fallecimiento a tan temprana edad.

Yunia Doval: “A tí, mi Leo:

Yo no te quiero héroe, mi niño, te prefiero cobarde! ¿Por qué nunca se me ocurrió decírtelo?

Siempre admiré tus valores y sabemos tu familia que no eres de los que corren, sin imaginar que hoy, preferiría que hubieses huido. Sentiría igual orgullo si llegaras ahora diciendo que de repente te tornaste cobarde, rebelde, desafiante y te bajaste del camión de bomberos, porque en definitiva, tú no eres uno de ellos. Tú serías un neurocirujano!.

Pienso en cuando venías a casa y te pasabas horas hablando de tarjetas de video y fútbol con Maikel y yo celosa, siempre te reclamaba: “tu tía soy yo, no él”. Entonces volvías a mí y me abrazabas, (era mi momento favorito, el del babeo) donde nos decíamos cuánto nos queremos (y mucho que nos lo dijimos).

Leo, si me escuchas, dónde estés, te pido: Reencarna tus valores en la piel de mi hijo! Te lo imploro! Quiero a Derek con tus cualidades: tu entrega al estudio, a los amigos, a la familia; que sea tan maduro como tú; tan hombre como tú; tan lindo, cariñoso y noble como tú; solo no le des tu valentía, tu coraje, tu obediencia. Déjame verte en él, sentirte en él.

Me rehúso a saberte muerto! No permitas que olvide tu olor, tu voz, la sensación en mis mejillas de tus besos y el calor de tus abrazos sinceros. Te amo desde siempre y por siempre: en la superficie y en lo profundo, por dentro y por fuera, desde cada extremo y en cualquier espacio: terrenal o no.

Tu tía”.

Vivian López: “Solo un niño que iba a entrar en su etapa juvenil truncada. Destrozados sus sueños y proyectos de vida. Soñaba con ser neurocirujano y nos comentaba con entusiasmo sobre lo mismo. Mi niño no es un mártir, es una víctima del Servicio Militar Obligatorio. Perdonen, el dolor no me permite continuar. Él no tenía que estar allí”.

Rocío Jiménez: “Mil veces me voy a preguntar por qué tú, y mil veces no voy a tener respuesta. Lloro a todos los que conocí, pero tú no sales de mi cabeza. Solo estabas de paso por unos pocos meses y te tocó la mayor desgracia. Te nos fuiste muy pronto con sueños por cumplir y un millón de veces más por mostrar esa sonrisa. Empezábamos a conocerte y ya hoy no está el chico de los ojos lindos. Esto es muy duro y muchas palabras no hay. Llevo 4 días y 4 noches que no se me quita tu rostro. Descansa en paz, mi héroe y hoy te digo que no te voy a olvidar. Hay muchos que no te van a olvidar, aunque ni siquiera te hayan visto, Leo Alejandro”.

Dania Delgado: “Para los que no lo conocieron, perdimos a nuestro primo Leo Alejandro Doval Pérez de Prado. Un niño lleno de vida, pasando su Servicio Militar de bombero en el incendio, con 19 añitos. Un servicio obligatorio. Tu familia te recordará siempre y estarás en nuestros corazones. Descansa en paz”.

Ariadna Ramos: “Para los que no lo conocieron él quedará como un héroe, para los que lo conocimos quedará como el muchacho amante del Madrid, el que defendía a su equipo en cada partido a capa y espada, el fiel seguidor de Marvel, que decía que si no veías todas las películas en orden no eras un verdadero fan. Al que le preguntabas ‘¿oye y qué carrera vas a coger?’ Y te decía: ‘Medicina’, – y ¿no le tienes miedo a la sangre? – ‘No, yo voy a ser un neurocirujano en potencia’.

El muchacho bonito de los ojos verdes. El que entrecerraba los ojos en las fotos, el que quería desde pequeño que le creciera la barba para lucir más serio. Pero más que eso, una persona muy servicial, un gran amigo, un gran hijo, un gran hermano, un gran nieto, un gran sobrino, un buen estudiante, un soñador, simplemente un joven de 19 años con ganas de comerse el mundo. Y yo tuve el privilegio de conocerlo. Descansa en paz”.

Héctor Luis Valdés Cocho: “Saber que este niño perdió la vida con un camino entero por delante, con aspiraciones y metas que alcanzar y todo por la ineptitud de otros; me ha generado un dolor de cabeza insoportable y una tristeza inmensa, difícil de explicar. Un niño, señores, tan solo 19 años, un niño. Hoy otra familia cubana llora y no precisamente residentes de Punto Cero”.

Desde nuestra redacción lleguen a sus familiares y seres queridos las más sinceras condolencias. Descansa en paz Leo Alejandro Doval Pérez de Prado.