Joven cubano que fue arrestado por manifestarse pacíficamente fue golpeado en la cárcel

Luis Robles Elizastigui, el joven cubano que fue arrestado por exigir la liberación de Denis Solís en el boulevard de San Rafael en La Habana, recibió una golpiza en la prisión donde lo mantienen.

“El jefe del depósito, un mayor conocido como el Chino, le propinó una golpiza mientras el jefe de orden interior, conocido como teniente Chiqui, lo desnudaba con ayuda de unos presos. Luego, cada dos horas aproximadamente lo cambiaban de celda y lo exhibían desnudo”, informó CubaNet.

Fuentes cercanas a Robles dijeron que el joven actualmente teme por su vida, pues esta no es la primera vez que lo golpean sin ningún tipo de motivos, ya que intenta comportarse de manera correcta.

Además, los oficiales del penal le advirtieron que si continúa denunciando los abusos a los cuales lo someten, le quitaran el acceso al teléfono para que no puede comunicarse con sus familiares.

Desafortunadamente, esta no es la primera vez que Luis Robles es severamente golpeado, pues el pasado 12 de febrero protestó porque no le proporcionaban sus medicamentos y El Chino con otro oficial conocido como Chiqui le pegaron y lo exhibieron desnudo por toda la cárcel.

Por su parte, la periodista independiente cubana Mónica Baró Sánchez, compartió a través de sus redes sociales un mensaje en el que dijo que “las autoridades cubanas deberían, al menos, permitir que terceros verificaran el estado de Luis Robles”.

A continuación, reproducimos íntegramente las palabras de Mónica Baró Sánchez:

Yo sé que a muchas personas, cubanas y no cubanas, pero con compromisos con los derechos humanos en distintas partes del mundo, les cuesta solidarizarse con este tipo de casos. Luis Robles era un perfecto desconocido hasta que un día apareció con un cartel en el Boulevard de San Rafael, en La Habana, exigiendo pacíficamente libertad para Denis Solís y el fin de la represión. Seguramente, hay quien se dice que si está preso es porque algo hizo; como mismo decían otras personas en la década de los cincuenta en Cuba, para intentar quedar en paz con sus conciencias, cuando muchos jóvenes eran reprimidos, torturados, encarcelados o asesinados.

Pero aquí hay un hecho muy básico que todos sabemos y que nos permite catalogar lo que vive Luis Robles como una injusticia: Luis Robles fue encarcelado por manifestarse pacíficamente en un espacio público. Ese video lo hemos visto. Si hay otras razones para el delito tan grave del cual está siendo acusando Luis Robles, esas razones deberían ser expuestas con evidencias y sometidas a análisis de especialistas de organizaciones no gubernamentales internacionales, de periodistas y representantes de la sociedad civil. La justicia cubana, lamentablemente, no constituye una garantía de respeto a los derechos de Luis Robles, pues sus instancias se han subordinado durante demasiado tiempo a la Seguridad del Estado, y las evidencias de ello sobran.

Ahora, como si no bastara, estamos recibiendo reportes de tratos crueles a Luis Robles en prisión. Ante estos reportes, las autoridades cubanas deberían, al menos, permitir que terceros verificaran el estado de Luis Robles. Estos son reportes graves, en un caso que desde el primer momento, solo por las evidencias públicas disponibles, se ha confirmado como un caso político.

Yo sé que las noticias de detenciones, actos de repudio, interrogatorios, son el pan nuestro de cada día. Yo sé que no siempre podemos estar al tanto de todo, porque es demasiado, y porque nos cansamos o nos aburrimos. Y tenemos derecho a cansarnos y a tomar distancia y a descansar e incluso a aburrirnos. Yo sé que muchas noticias mueren antes de llegar a un medio de comunicación. Pero hay casos, como este, que demandan mayor atención. Aquí estamos hablando de la vida de un ser humano, no sólo de su libertad sino incluso de su vida.

Además, no podemos continuar naturalizando la violencia y la injusticia, por más cotidianas que sean. No podemos perder la capacidad de indignarnos y conmovernos.

Es poco lo que podemos hacer, y las denuncias en redes sociales muchas veces parecen un grito al vacío, pero lo poco que podamos hacer debemos hacerlo. Si lo que podemos hacer es denunciar y visibilizar, hagámoslo. No tenemos mucho que perder, mientras que Luis Robles sí.

Luis Robles no es una figura pública, no es periodista, no es académico, no es artista, al menos hasta donde conozco, pero es un ciudadano cubano y eso debería bastarnos. Quien no quiera exigir su libertad, que es lo que yo exijo, que exija al menos justicia y transparencia. Aquí hay demasiados indicios de injusticia. No necesitamos mucho más.

Puede parecer que expresarnos es poco, y lo es, pero en el caso de Cuba, en el que hay muchísima gente dentro y fuera que aún vive con miedo a expresarse, porque también quienes están afuera temen por sus familiares en Cuba, temen que no les dejen volver, o temen que cuando entren luego no les dejen salir, es un paso importante. Cuando denunciamos algo no sólo estamos pidiendo que algo cambie sino que estamos ya haciendo un cambio, estamos siendo el país con que soñamos.