Joven cubana explota: “Dejen de normalizar la miseria”

Otra joven cubana explotó y denunció la precaria situación de la isla, uniéndose al reclamo de la joven madre Amelia Calzadilla.

A través de sus redes sociales, Anyi Silva, residente en la capital cubana, exigió a quienes critican a los que denuncian la pésima situación del país, que “dejen de normalizar la miseria”.

En tal sentido, reflejó en su publicación: “Dejen de normalizar la miseria. Comer carne no es un lujo, ir a un restaurante no es un lujo, vestirse decentemente no es un lujo, ir un fin de semana a la playa no es un lujo; arreglarse el pelo, las uñas, ir al barbero, no son lujos”.

“Estamos tan acostumbrados a vivir en las más pésimas condiciones y con lo mínimo como si fuera lo mejor, que a veces vemos lo más simple como lo más grande. Dejemos de criticar a las personas por exigir una vida digna, una vida que se merece cualquier ser humano”, prosiguió.

“Si tú estás conforme con coger pollo por la libreta una vez al mes, haciendo cola de 10 horas, pues genial. ¡Pero ese eres tú!  Las personas tienen derecho a explotar, a gritar, a no poder más, porque en este país llegar a los límites es muy fácil”, agregó.

“Y el que quiera discutirlo, que venga a hablarme de que compra MLC en el banco a 24 para buscar comida; que me demuestre que cobrando 4000 pesos al mes puede vestirse, comer, salir un día. Que me diga cuándo fue la última vez que se comió algo tan simple como un bistec; que me diga que no tiene que comprar nada revendido porque todo lo adquiere en la tienda en CUP; que me diga hace cuánto no come chucherías que compró en un precio módico. La situación de Cuba duele, y el que no es capaz de admitirlo tiene una venda en los ojos”, concluyó su mensaje.

Amelia Calzadilla, madre de tres hijos, estalló debido a la precaria situación que presenta el país. En su directa, denunció las altas tarifas de electricidad que paga cada mes, desde que en julio de 2021 el régimen incrementó de manera desmedida el precio de la energía eléctrica.

Dirigiéndose al ministro de Energías y Minas, Liván Nicolás Arronte Cruz, la joven señaló: “¿Los recursos no son del pueblo? ¿No es eso lo que dice la empresa estatal socialista? ¿Hasta cuándo el pueblo va a seguir pagando las comodidades de ustedes? ¿Ustedes han leído en el diccionario lo que significa la palabra ministro? Significa funcionario público que sirve a los demás, no nosotros a ustedes. Estoy cansada de esto, esto es una mariconá y lo voy a decir así mismo”.

Contó que en julio del pasado año pagó 6 mil pesos de electricidad y denunció que su edificio no tiene gas licuado, por lo que al cocinar con energía eléctrica el monto de la factura es elevado.

“En mi casa quitan la luz todos los miércoles. Mis hijas, que están en edad escolar, dejan de ir a la escuela porque no tengo con qué cocinar. La empresa de Gas a mí no me da el servicio y yo no estoy culpando a la gente de abajo (…), estoy culpando a los que dirigen, a los de arriba, porque tú, ministro de Energía y Minas, que tienes esa barriga bien gorda de llenártela con el bolsillo y el sacrificio del pueblo, en tus manos está resolver este problema”, denunció sumamente molesta la joven.

“No dicen ustedes que le van a poner corazón, pues pónganle cerebro también, compadre. No hablen más mierda y párense ahí y vean los problemas que tiene el pueblo. No me interesa que me venga a buscar la policía o el DTI ¡No me importa! Porque yo no le robo a nadie ni vivo con lo que me da nadie, y estoy hasta la mismísima coronilla”, expresó visiblemente enojada.

“En cualquier momento me enfermo de los nervios, porque mis hijos no tienen comida, no tienen zapatos, no tienen ropa, porque necesitan a mis familiares del extranjero para poder vivir dignamente en Cuba. Coño, vendan el país, véndanlo por provincias, a lo mejor a Canadá le importa”, añadió.

“Díaz-Canel, te paraste ahí a decir que ibas a vender el dólar en 24 pesos, y hoy yo pago el dólar a 110 pesos cubanos y más también, para que mis hijos lleven merienda a la escuela (…) No me importa la opinión tuya ni la de nadie. ¡Ven a llevarme presa!, que me vas a solucionar un problema, porque por lo menos no voy a ser una carga para mi familia”, expresó.

El pasado domingo, Amelia realizó otra directa desde el perfil de su esposo Tony Díaz, luego de la campaña de difamación que han emprendido contra ella los medios de comunicación adeptos al régimen, en la que aseguró que su familia siempre ha sido humilde y que desde que ella era una niña sus seres queridos se han sacrificado para obtener las cosas básicas que requiere un ser humano.

“Vinieron los compañeros del Partido del Cerro, mucha gente ha dicho que vino la Seguridad. Yo no sé quiénes estaban sentados en la sala de mi casa porque ellos no presentaron ninguna identificación, ellos solo dijeron que eran el Partido del Cerro y me pidieron honestidad, les dije la verdad, les dije mi sentir que es el de muchos cubanos”, denunció.

Sobre los cuestionamientos que ha recibido con relación a los supuestos lujos en su vivienda, señaló: “El pueblo de Cuba no acaba de entender que una lámpara de techo, no vale nada, esos no son lujos, esas son necesidades. Mi postura política es ser madre”.

“No me importa que me desaparezcan. Mi madre se volverá loca, pero no se metan con mis hijos. Lo estoy advirtiendo con tiempo: no se metan con mis hijos. A ti que estudiaste conmigo, esa persona que está detrás del teléfono, que sabes quién eres, pero que soy tan digna que no voy a decir tu nombre, a ti que te leías mis guías de estudio para terminar y graduarte porque si no hubiera sido así no te hubieras graduado porque eras una bruta y una mediocre. A ti, yo tengo tres chamas, que nos le pase nada a mis hijos, es todo lo que puedo decir”, concluyó la joven.