El juicio contra el exmilitar Dahud Haniz-Ortiz, acusado de asesinar a tres personas, dos de ellas cubanas, en Madrid en el año 2016, comenzó en Caracas el pasado 28 de febrero.
De acuerdo con el diario digital español El Confidencial, el 22 de junio de 2016 aproximadamente a las 2 de la tarde, Dahud se presentó en el bufete de abogados ubicado en la calle Marcelo, con el plan de asesinar al abogado Víctor Joel Salas, con quien sospechaba que su pareja en aquel entonces, Irina T, le era infiel.
Ante la ausencia del abogado, el veterano de la guerra de Irak, quien supuestamente viajó desde Alemania, país donde residía, hasta Madrid para perpetrar el homicidio, se encerró en un baño, se puso unos guantes y con un cuchillo de guerra asesinó a una de las cubanas, Elisa Consuegra quien trabajaba en el bufete como jurista.
Posteriormente, mató a la también cubana Maritza Osorio, que trabajaba como secretaria en el despacho y unas tres horas después, cegó la vida de Pepe Castillo, a quien confundió con el abogado Víctor Joel Salas.
Luego de cometer estos tres asesinatos, roció gasolina en el despacho y prendió fuego lo que provocó la calcinación de los cuerpos.
Poco después Dahud huyó a Venezuela, donde resultó detenido el 3 de octubre del año 2018 por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Las autoridades de esa nación decidieron no entregarlo a España como había solicitado el juez que atendía el caso, sino juzgarlo por tres delitos de homicidio y uno de incendio, al tener nacionalidad venezolana.
El abogado Salas, expresó a la agencia EFE al enterarse del inicio del juicio: “Hace unos días me llevé la desagradable sorpresa de que el juicio ya se había iniciado, gracias a que contactó conmigo un fiscal que estaba interesado en que declarase allí el 7 de marzo, y así hice las gestiones para ir en persona y tuve el apoyo del gobierno venezolano”.
De igual manera, el letrado contó que se acercó al acusado durante el juicio y mirándole a los ojos le dijo: “La justicia tarda, pero llega”.
“Él se puso alterado con mi presencia. Y no es fácil mirar a la cara a tu asesino; fue muy duro. Pero a pesar del miedo lo hicimos con el apoyo de las autoridades, que me brindaron para poder declarar libre y espontáneamente, dejando claro que ese hombre dejó huérfanos a hijos, a padres sin sus hijas, y había destrozado hogares”, señaló.