Allen Minish, de 61 años, fue el hombre que sufrió el ataque de un enorme oso pardo en un área de bosque lejana, en Alaska, y luego de ser rescatado y sometido a cirugía pudo hacer el cuento de lo sucedido.
Minish inspeccionaba terrenos en la zona boscosa junto a la autopista Richardson, cerca del poblado de Gulkana, para una inmobiliaria; mientras ponía algunos datos en su GPS, levantó su mirada y vio al animal merodeando por allí, a unos 9 metros de distancia. “Lo vi y él me vio al mismo tiempo, y es aterrador”, dijo la víctima.
El incidente tuvo lugar este miércoles 19 de mayo, cuando Minish se encontraba internado en el bosque a 306 kilómetros al noreste de Anchorage, Alaska. El hombre dice que todo fue muy rápido, el animal de alrededor de 300 libras, lo cual lo convierte en un enorme ejemplar de esta especie, cubrió la distancia hasta él en solo segundos, igualmente, calcula Minish, que su posterior ataque no duró más de 10 segundos.
Cuando vio que se acercaba, el sujeto intentó evadirlo, ocultándose detrás de arbustos, pero el oso los atravesó fácilmente; luego intentó Minish, de mantenerlo alejado con la parte puntiaguda de su equipo de topografía, lo que el oso se quitó de en medio con un aventón, que al mismo tiempo tumbó a Minish.
“Cuando se me subió encima, agarré su quijada para alejarlo, pero me aventó hacia un lado, agarró una cuarta parte de mi rostro… dio una pequeña mordida y luego dio una segunda mordida, y esa segunda mordida es la que me fracturó los huesos… y básicamente aplastó mi mejilla derecha”, comentó Minish, desde su cama de hospital para Associated Press (AP).
Después de esto, el animal se fue dejando a Minish allí tendido, quien pudo entonces contactar al 911 con su celular. La ayuda le llegó aproximadamente una hora después y fue trasladado por vía aérea al Centro Médico Providence Alaska en Anchorage; donde se ha reportado que su condición médica general es favorable.
