Héctor Luis Valdés Cocho: “Una vez que el pueblo despierta es difícil volverlo a callar”

El periodista independiente Héctor Luis Valdés Cocho, envió un mensaje de apoyo a sus compatriotas que protestan dentro de la isla contra el régimen en demanda de libertad y de mejoras en su nivel de vida.

A través de sus redes sociales, Valdés Cocho compartió el pasado sábado 1 de octubre un mensaje que es reproducido íntegramente a continuación:

“No encuentro las palabras adecuadas para redactar este mensaje para mi pueblo. Entre la impotencia y la emoción de ver una vez más a esa isla levantarse contra el autoritarismo, se me dificulta escribir todo el sentir que en estos momentos llevo por dentro. Orgullo inmenso siento por cada uno de esos cubanos que hoy continúan en las calles exigiendo de una manera pacífica, el fin de sesenta y tres años de terror. 

Ya son tres días que lleva ese pueblo pidiendo libertad. Una vez que el pueblo despierta es difícil volverlo a callar. Siempre dije en cada una de las entrevistas que me hacían, que el 11J marcó un antes y un después. El 11J fue la fecha en que los cubanos vencieron el miedo engendrado y decidieron salir y andar. ¡Ya quedó atrás esa Cuba sumisa y pisoteada! Ya el pueblo cubano entendió que es el único dueño de la tierra que pisa y, por ende, quienes tienen el deber de salvarla. 

Ya no hay más Mesías, ni profetas, ni líderes que con su discurso ególatra pretendan manejar un rebaño de ovejas. Ya el cubano dejó de ser ‘carnero’. Ahora el cubano recuperó esa sangre mambisa que fue heredada. Ya el cubano supo que su voz hace temblar al tirano opresor. 

Después de un año y tanto de las históricas protestas antigubernamentales, Cuba renace como esa ave fénix de sus cenizas y sale al grito de libertad a tomar lo que por derecho legítimo le pertenece. Mi isla nuevamente decidió convertirse en esa joya que en sus tiempos fue. Ha decidido que sus hijos luchen por liberarla de ese secuestrador que la enterró en el abismo profundo en que vive ahora. 

Hoy me siento inmensamente orgulloso de ser cubano, de ser hijo de esa tierra de Maceos y Marianas. Lloro, pero hoy lo hago de la felicidad más grande que pueda sentir un hombre y también por no estar ahí con cada uno de ustedes. ¡Pero ya no necesitan líderes! ¡Ya ustedes lo son!”.