Hallan cuerpo de joven pescador submarino desaparecido en Matanzas

La Defensa Civil en la provincia de Matanzas confirmó el hallazgo del cuerpo del joven Hensley Boza, de 19 años de edad, reportado como desaparecido desde el pasado lunes en las adyacencias de la costa de la bahía.

La información fue dada a conocer por el teniente coronel William González Hernández, jefe de la Defensa Civil en la provincia de Matanzas, quien en declaraciones al medio local TV Yumurí describió que: “Alrededor de la 1:00 de la tarde del lunes último, el joven junto a su novia se encontraba en la cercanía a la costa donde practicaban la pesca submarina. Luego de la tercera inmersión no regresó a la superficie, por lo que su novia buscó ayuda”.

González destacó que cuando se informó sobre la desaparición del joven, el equipo de rescate y salvamento del Cuerpo de Bomberos, conformado por cinco buzos expertos, iniciaron la búsqueda. “Por las inclemencias del tiempo y la noche se pospuso la búsqueda para el martes, cuando a 400 metros de la costa norte y 37 metros de profundidad hallamos el cuerpo”, aseveró.

“Empezaron a revisar sobre las 4 de la tarde. Se le avisa al grupo ligero de la Defensa Civil y la Cruz Roja provincial, accedemos al terreno, ya cuando llegamos ahí eran sobre las 6 de la tarde, en ese momento ya el mar estaba muy picado y difícil. Al otro día a las 7 de la mañana ya el grupo de rescate estaba en el área. Allí vinieron otros buzos, entre familiares y amigos, y posteriormente se incorporaron los de los bomberos”, explicó.

“Comenzamos a pensar como buzos y en una situación difícil sacamos otro tipo de referencia angular, y cuando llegamos las coordenadas nos daban entre dos casas y en esa dirección a 200 metros de la costa dirigimos la búsqueda y efectivamente en una hora el buzo de la Cruz Roja con los dos auxiliares que estaban por encima lo encontraron, y se extrae al muchacho. La causa fue un blackout”, concluyó.

Por su parte, su pareja Katy le dedicó un conmovedor mensaje: “Hoy nos despedimos de ti físicamente, pero siempre te llevaremos en nuestras vidas. Desde que te perdí no tengo paz como tampoco la tiene tu familia que le ha dolido amargamente tu partida.

Eras más que mi novio, mi amigo, mi compañero, mi familia, éramos un equipo y yo te seguía y apoyaba en todo incondicionalmente, esta vez nos metimos al agua juntos y salí sola, jamás me perdonaré no haber podido salvarte ni te perdonaré a ti irte de mi vida, no voy a olvidar nunca la última vez que te vi ni ese día tan fatal, pero en el que fuiste tan feliz y estabas haciendo lo que más te gustaba en el mundo.

Tampoco olvidaré tu voz, ni tus gestos, todo lo que pasamos juntos, tus abrazos, tus caricias, como me mirabas, todo lo que hiciste por mí y en especial como me hacías sentir. Eres el hombre de mi vida y de ti no tengo reclamo o queja alguna, solo tu terquedad y una ausencia de miedo que te llevó al exceso de confianza.

Me hiciste la mujer más feliz del mundo y sé que yo a ti también, como todos los que te conocían saben que este último tiempo viviste a plenitud, mi único consuelo es que te pudimos dar la despedida que tú mereces y la que tanto deseabas.

Tu padre y otros compañeros de pesca esparcieron tus cenizas en el lugar exacto donde hallaron tu cuerpo, allí donde te gustaba pescar y te sentías tu mismo, porque como tú decías “el bajo es para los mapos”, ironía de la vida porque todos te preferíamos pescando a 4 brazas y no sin vida a casi 40.

Sé que si te quitaban la pesca, te quitaban la razón de ser y al final esa misma pesca y el mar fueron tu fin. Vuela alto vida mía, que acá tienes un pueblo entero llorando por ti, los bomberos, los buzos, la Cruz Roja y pescadores submarinos que hicieron una búsqueda exhaustiva hasta hallarte y les estaremos eternamente agradecidos a todos y cada uno de ellos.

Tienes un padre que vive orgulloso del pescador e hijo que eras, una madre que dejó atrás una parte de su vida por la familia que creo, un tío al que admirabas mucho y créeme que fuiste tan hombre como él, una tía que te quería como a un hijo más, y primos que eran más bien hermanos, al igual que el resto de esa familia tan excepcional que tenías y que hasta el último momento estuvieron contigo y sufrieron tu pérdida de corazón.

Sé que la vida sigue, pero yo no me imagino una vida sin ti, esa no es la vida que quiero vivir yo. Te amo y te quiero con la vida, hoy y siempre tata”.