Marisel Naranjo Mendoza, una de las profesoras que resultó herida en el accidente de tránsito ocurrido en Mayabeque el pasado 30 de enero, conversó con el diario Escambray sobre lo sucedido ese día.
Esta profesora de 47 años, residente en el municipio Guisa, relató que salieron de La Habana hacia Granma en horas de la madrugada y que cuando se subieron al ómnibus casi todos se quedaron dormidos.

Sin embargo, cuando llevaban un rato del viaje sintió que caían de manera abrupta e inmediatamente después se percató que algo malo había sucedido porque sintió un impresionante impacto.
“Primero salieron las de Santiago de Cuba y Guantánamo, y a las 5:40 a.m. comenzó a salir Granma. Todos estábamos trasnochados, teníamos mucho sueño y al subir al carro nos dormimos. Cuando habíamos recorrido entre 40 y 50 kilómetros, en el punto donde se encuentra el puente de Güines, sentí golpes. Al despertarme sentí que íbamos cayendo; noté la guagua dando vueltas. Mientras caíamos sentí otro golpe, y después otro más. Luego, un desliz, y cuando me pude orientar un poco empecé a tocar todo mi cuerpo, para ver si estaba viva en realidad”, declaró.

Mendoza confesó que la mayoría de las personas que fallecieron lo hicieron de manera inmediata sin prácticamente ni siquiera percatarse de lo que había sucedido, pues casi todos estaban dormidos.
Además, dijo que consiguió salir del ómnibus con la ayuda de otros compañeros y que poco después del accidente comenzaron a llegar a la escena agentes del Cuerpo de Bomberos y paramédicos.

“Los que se murieron prácticamente pasaron del sueño a la muerte y los que pudimos sobrevivir, gracias a Dios, vimos casi todo. Por lo menos yo no perdí el conocimiento en ningún momento y lo vi casi todo. Miré a mis compañeros, vi cómo todos estaban debajo de los asientos, sin poder auxiliarlos. Salí del ómnibus con ayuda de otros pedagogos que venían en la guagua de Bayamo. Ahí, al instante, cinco minutos, diez a lo sumo, comenzaron a llegar los bomberos… Doy gracias a todos, doy gracias a Dios por estar viva y poder, en este preciso momento, hablar con usted. Me duele haber perdido a más de una decena de compañeros”, expresó.
Esta cubana quiso dar las gracias al personal de salud que la está atendiendo y a todas las personas que de una forma u otra le han enviado mensajes de apoyo para desearle una pronta recuperación.
