Habla joven cubana que donó parte de su hígado para salvar a niña de 3 años

La periodista cubana Roxana Romero Rodríguez, quien tuvo el noble gesto de donar parte de su hígado para salvar la vida a una niña de tres años de edad en el Hospital Pediátrico William Soler de La Habana, ofreció declaraciones a la prensa oficialista.

Romero Rodríguez, de 28 años de edad y natural de Guantánamo, quien es periodista del Canal Caribe, fue donante en el trasplante hepático número 99 realizado en dicha institución hospitalaria.

A través de una conversación que escuchó de una colega, supo que había una niña que necesita un donante y no dudó en ofrecerse.

“Sentí que Dios tocó mi corazón. Si yo no me hubiese enterado, probablemente no hubiera pasado nada, pero yo estaba allí en ese momento y a esa hora, y es imposible que, si yo cumplía las características como donante, que no lo hubiese hecho. Sería como dejar que alguien muriera”, expresó.

“Lo que yo hice no es otra cosa que lo que yo aprendí a hacer. Vengo de una familia donde la solidaridad es una virtud común. La solidaridad y la fe son difíciles de explicar. Y Dios lo hizo posible, no sólo conmigo, sino que hizo posible que coincidieran tantas personas que materializaron el acto de milagro que es salvar la vida a una niña”, señaló Romero Rodríguez.

La intervención quirúrgica entre la extracción y el implante tuvo una duración superior a las 20 horas y en la misma participaron, además, especialistas del Hospital Clínico Quirúrgico “Hermanos Ameijeiras”.

Dignora Rodríguez, madre de Roxana, señaló con relación a la decisión de su hija: “Ella sólo me dijo ‘¿mamá me vas a apoyar?’ y yo le dije ‘lo que tú decidas, ahí estoy yo’. Lo mismo en ella que en su hermana, yo no mando en sus decisiones, yo sólo las apoyo. Y así fue, aquí estamos”.

“Algunas personas cuestionaban que, si no era familia, que, si apenas la conocía, cómo era posible que hiciera eso, pero a medida que han pasado los días las personas se han ido sensibilizando con la situación y todo el mundo nos apoya”, agregó.

En tal sentido, Roxana aseguró que no le interesaba lo que pensaran otras personas, sino que era suficiente con el apoyo que le dieron su madre y su hermana: “Con esas dos personas ya yo tenía suficiente para enfrentar”.

“Yo no tengo hijos, pero los voy a tener si Dios lo permite, y si ellos en algún momento se encuentran en una situación de este tipo, me gustaría que la bendición llegara a ellos y que alguien estuviera ahí para salvarlos”, destacó.

Asimismo, Roxana se sintió conmovida por los demás niños que se encuentran a la espera de un donante en dicho hospital. 

“Para mí uno de los grandes choques en todo esto es ver a los niños que enfrentan todos esos procesos, y ojalá que siempre aparezca un donante para cada niño en Cuba que necesite una operación. Anímicamente golpea mucho, cuando ves que niños tan pequeños están luchando como campeones por la vida”, manifestó con voz entrecortada.

Por el momento varios especialistas se mantienen al tanto de la salud de Roxana, quien siempre tuvo claridad de los riesgos que implicaba una intervención de esta magnitud.

Finalmente, la joven precisó: “Hay un tiempo en la vida que va a cambiar, hay normas de vida que van a cambiar, pero bueno, que todo sea justamente por el milagro de la vida”.