La Guardia Costera de Estados Unidos (USCG, por sus siglas en inglés) anunció la suspensión de la búsqueda de los 9 balseros cubanos desaparecidos tras el naufragio de su embarcación en horas de la mañana del pasado domingo 18 de diciembre en Lake Worth Beach.
Así lo dio a conocer dicha institución marítima en sus redes sociales la tarde del pasado miércoles 21 de diciembre: “La USCG suspende la búsqueda de las 9 personas desaparecidas en Lake Worth Beach en espera de nueva información. Los equipos registraron 2485 millas sin signos de peligro. Nuestras condolencias van para los seres queridos de los desaparecidos en el mar”.
El pasado lunes la USCG había anunciado el inicio de las labores de búsqueda de los balseros, quienes partieron de la isla el pasado 10 de diciembre.
Hasta el momento solo hay un sobreviviente, se trata de Julio Ibarra, quien ofreció declaraciones al canal América TeVé desde el hospital donde se encuentra ingresado, en las que contó los difíciles momentos vividos en el mar, como la muerte de algunos balseros mientras esperaban la ayuda de los dueños de botes que no los rescataron.
#Final @USCG suspends search for the missing 9 people off Lake Worth Beach pending new information. Crews searched 2,485 miles with no signs of distress.
"Our condolences go out to the loved ones of those lost at sea." – OS1 Whitaker, Sector Miami pic.twitter.com/gQPBzNPGWH
— USCGSoutheast (@USCGSoutheast) December 21, 2022
“Al hombre del catamarán le pedí auxilio, yo le hice señas. La mayoría de las vidas que se perdieron fue porque no nos brindaron auxilio, sino, no se hubieran perdido tantas vidas. El hombre me hizo una seña y siguió en su catamarán muy normal. Yo pensaba por dentro, pero ¿este hombre no ve que yo estoy en el medio del océano?”, contó.
Ibarra indicó que alguno de los nueve balseros que le acompañaban en la travesía fallecieron en su intento de alcanzar la orilla: “Después que se hundió el barco salimos a nadar todos en grupo. Yo boté todo lo que traía encima, la enguatada, el pulóver. Me quedé con una enguatada de buzo y en calzoncillo para poder nadar. Todo el mundo soltó lo que tenía”.
“Hubo cinco personas que se dividieron para un lado y cinco para otro. De los cuatro que iban conmigo, todos fallecieron. No sé si los otros cinco que fueron para el otro lado habrán quedado vivos”, agregó el sobreviviente.