Tras el estallido social que tuvo lugar en Cuba el pasado 11 de julio, fueron detenidos cientos de cubanos por el simple hecho de exigir libertad y el fin de la dictadura. Uno de los que lamentablemente falleció fue Diubis Laurencio Tejeda de 36 años y fue injustamente catalogado como “delincuente” por la prensa oficialista.
Según reporta Diario de Cuba en una entrevista realizada a vecinos y familiares de la víctima, estos aseveraron que no se trataba de ningún delincuente. “El Pikirí”, como era conocido por todos, fue abatido por la policía política cuando se manifestaba en La Güinera, municipio de Arroyo Naranjo.
Uno de los familiares, cuya identidad no fue revelada, expresó: “A Diubis un policía en medio de la manifestación le disparó por la espalda, la bala le atravesó el pulmón y se alojó en el corazón, lo que provocó su muerte inmediata. Todos los delitos que supuestamente él cometió, según la nota oficial, son falsos. Él jamás estuvo preso por esas causas, ni por ninguna otra. Era una persona muy alegre, le encantaba el reggaetón. Nuestra familia está muy indignada con todas las mentiras que han dicho sobre él”.
Por su parte, Iris Sierra, una vecina de la víctima declaró: “Él cuidaba el parque deportivo que está frente a su casa, era una buena persona, nunca se le conoció que hubiera tenido algún problema con la justicia. Como muchos cubanos se buscaba su dinero revendiendo algún producto para poder vivir, pero eso que han dicho que era un delincuente es mentira”.
El medio independiente Diario de Cuba, también logró entrevistar a un familiar de la pareja de Diubis Laurencio Tejeda, quien desmintió la versión del régimen y aseguró que el joven era una gran persona: “La familia buscará la manera de hacer justicia porque es un acto de cobardía haberle disparado por la espalda a un hombre desarmado. De igual manera desmentimos que su madre se haya suicidado por la muerte de su hijo como se ha divulgado. Su madre Manuela Tejeda, es una persona con problemas de los nervios y muy afectada por la muerte de su hijo, pero ahora se encuentra con su hermana en una finca en Melena del Sur”.
Como ya se ha hecho habitual, las autoridades del régimen autoritario cubano, catalogan de “delincuentes, antisociales o pagados por el imperio” a todo aquel que, de cualquier manera, alce su voz para exigir libertad y el fin de la tiranía. De igual manera, protege y encubre los actos de violencia y brutalidad perpetrados por sus secuaces.