El liniero cubano Cleivi Pujada Castro, trabajador de la Subestación de Playa Baracoa, en Bauta, provincia de Artemisa, perdió la vida este fin de semana tras sufrir un accidente mientras realizaba labores en una línea de 7.8 kV perteneciente al circuito de 13.2 kV.
El hecho ha generado gran consternación en la comunidad y entre sus compañeros de trabajo. En redes sociales, familiares expresaron su dolor y recordaron a Pujada como un hombre querido y respetado.
“La vida fue injusta contigo y la muerte te sorprendió en las alturas. Ve al cielo y únete con el Caimán y la Vieja Ida. Dios sabrá darte ese lugar sagrado que mereces en su camposanto. Vivirás en nuestros corazones para siempre, porque supiste ganarte el amor, el cariño y el respeto de toda la familia. Descansa en paz, sobri…”, escribió su tío Jorge Pujada Meléndez.
Por su parte, su primo Liván Pujada anunció la creación de una campaña en GoFundMe para apoyar económicamente a la familia, ya que el trabajador deja a su esposa Maikelys y a dos hijos pequeños.
“Es con mucho dolor y tristeza que anunciamos que nuestro querido Cleivys ya no está con nosotros. Detrás deja a su querida esposa y dos niños lindos y buenos, que ahora tendrán que crecer sin su papá. Para ayudar a Maikelys estoy haciendo este recaudo de fondos que le mandaré directo a ella. Sabemos que los tiempos son duros para todos. Muchas gracias por la ayuda”, escribió.
El accidente ha reavivado las denuncias sobre las precarias condiciones en que desempeñan sus labores los linieros cubanos. La activista Irma Broek señaló que la tragedia no es un hecho aislado, sino consecuencia de la falta estructural de medidas de seguridad en el sector eléctrico.
Hasta el momento, la Unión Eléctrica (UNE) no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el deceso de Pujada Castro.
Este nuevo accidente ocurre apenas 15 días después de la muerte de Carlos Rafael López Ibarra, un operador de turbina de 33 años, que sufrió graves quemaduras en la Central Termoeléctrica Antonio Maceo Grajales (Renté), en Santiago de Cuba, tras la ruptura de una tubería de vapor.
En esa ocasión, la UNE lamentó oficialmente la pérdida y transmitió condolencias a la familia, aunque trabajadores denunciaron que en la planta se opera con recursos insuficientes.