Los trabajadores del Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, se encuentran trabajando para implementar las últimas medidas sanitarias de cara a la reapertura de la instalación que tendrá lugar el próximo domingo 15 de noviembre.
Esta instalación que ha permanecido cerrada a los vuelos regulares desde marzo debido al coronavirus, ya ha recibido la autorización del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil de Cuba y del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) para volver a operar con normalidad.
Sin embargo, esta nueva normalidad estará marcada por una serie de protocolos de bioseguridad que serán de estricto cumplimiento tanto para los trabajadores como para los viajeros que entran y salen de la isla.
Entre las medidas que se adoptarán se encuentran comprobar que los pasajeros no presentan síntomas asociados al coronavirus antes de subir al avión, tomar la temperatura corporal en al menos dos ocasiones y recoger una boleta de sanidad en el cual el viajero deberá declarar si ha estado en contacto con alguna persona que diera positivo a la enfermedad en los últimos días.
Además, las autoridades de salud realizaran pruebas PCR a todos los viajeros que arriben al país y les entregarán una tarjeta con las disposiciones que se deben cumplir mientras estén en la isla para evitar posibles contagios.
“Según lo dispuesto por las autoridades de Salud Pública, a partir de esta fecha, se ha previsto el cobro de una tarifa sanitaria, con el objetivo de cubrir los costos de los protocolos implementados”, informó el Granma.
Una vez que el viajero salga del aeropuerto deberá dirigirse directamente al lugar donde se quedará y tendrá que limitar sus movimientos hasta que les entreguen los resultados de la primera y la segunda prueba PCR que le realicen.