Lisa Montgomery, una mujer de Kansas que había sido condenada a muerte en el año 2007 por asesinar a una embarazada y quedarse con su bebé, se convirtió en la primera mujer ejecutada en Estados Unidos en casi 70 años.
Montgomery de 52 años, fue declarada muerta a la 1:31 de la madrugada de este miércoles en la prisión federal de Terre Haute, en Indiana, luego de que se le administrara la inyección letal, que es la forma de ejecución utilizada en este estado.
Se trata de un caso que ha generado mucha polémica porque era la única mujer que se encontraba en el corredor de la muerte y porque un juez federal de Indiana había emitido una orden el pasado lunes para aplazar la ejecución.
Sin embargo, horas más tarde el Tribunal Supremo revirtió el fallo del juez federal y la administración del presidente Donald Trump aceptó que se siguiera adelante y que se cumpliera la sentencia a la que la reclusa había sido condenada.
Kelley Henry, abogado defensor de Lisa Montgomery, dijo que la ejecución de su clienta era una violación a las leyes, pues la mujer presentaba problemas mentales y sufrió abusos y torturas durante su infancia y su adolescencia.
“Nuestra Constitución prohíbe la ejecución de una persona que no pueda comprender racionalmente su ejecución. La administración actual lo sabe. Y la mataron de todos modos. Todos los que participaron en la ejecución de Lisa Montgomery deberían sentir vergüenza”, declaró.
La reclusa ejecutada fue encontrada culpable del asesinato de Bobbie Jo Stinnett, un crimen cometido en el año 2004 contra una joven de 23 años, que estaba en su octavo mes de embarazo y a la cual le sacó su bebé del vientre utilizando un cuchillo de cocina.
Las últimas ejecuciones de mujeres en Estados Unidos ocurrieron en el año 1953 y las reclusas a las cuales se les aplicó la pena capital estaban acusadas de secuestro y espionaje.