Un cubano que se encontraba a la espera de juicio por su participación en las manifestaciones antigubernamentales del 11J, escapó de la isla a bordo de una embarcación y arribó a Miami.
De acuerdo con el reporte de América TeVé, se trata de Yoel Sosa Gómez, quien hoy está siendo atendido por el abogado de inmigración Willy Allen, para la realización de los trámites correspondientes y exponer razones reales para obtener su asilo político.
Sosa se encontraba en libertad tras pagar una fianza de 8 mil pesos, luego de permanecer en prisión durante un mes. Se encontraba a la espera de la sentencia final de su juicio, cuando pudo escapar de la isla.
“Es duro, tengo una niña de 5 años que todos los días aclama por mí y es duro, porque cuando hablo con ella me dice ‘papá yo quiero que tú estés aquí’. La madre como único puede consolarla es decirle ‘papá no puede venir, si viene va preso’”, contó entre lágrimas.
“Yo llegué a Miami por el mar, porque tuve que salir huyendo del régimen comunista que hay en Cuba, ya que me pedían 8 años de privación de libertad, que me bajó la sentencia firme, ya estando aquí (en Miami) de 5 años”, explicó.
Aún guarda en su celular las grabaciones de las protestas en que participó, en el poblado Vegas, perteneciente al municipio mayabequense de Nueva Paz, la cual señaló que fue espontánea y no pagada desde Estados Unidos como alegaron los medios oficialistas del régimen.
“Después de la primera directa que sale de San Antonio de los Baños, nos reunimos un grupo de personas en el parque alrededor de las 2:30 de la tarde, hasta casi las 5:00 de la tarde que ya era el pueblo entero botado en las calles pidiendo libertad para Cuba”, apuntó.
“Se ve cuando termina la directa que me vienen arriba alrededor de 6 o 7 personas, me detienen y tratan de quitarme el teléfono, me dan golpes, me tiran al piso. Nosotros los manifestantes lo primero que hicimos cuando vino la ola represiva fue arrodillarnos en el piso y ahí fue cuando nos dieron golpe hasta más no poder”, relató.
Sosa fue detenido el pasado 13 de julio, cuando cuatro policías y un agente de la Seguridad del Estado fueron a su casa para presentarle una citación, la cual recibió su madre porque él no se encontraba en ese momento.
“Solamente me dicen que voy a ser detenido por los delitos de desacato, desorden público, atentado. El policía que menos años me echó allá adentro (en prisión) me dijo que yo iba a cumplir de 30 a 40 años”, indicó.
El joven permaneció durante 15 días en la antigua prisión del SIDA en San José de las Lajas y luego fue trasladado hacia la cárcel de Melena del Sur, desde donde salió bajo fianza a la cuarta petición de libertad de su abogado, en espera de juicio.
“Cuando nos bajan en la prisión del SIDA, desde que pongo el primer pie al bajarme de la guagua me empezaron a dar piñazos, eso fue esposado. Nos recostaron a una pared a los hombres y nos mandaron a desnudarnos, para revisarnos, y empezaron a gritar la consigna de Patria o Muerte y te obligaban a gritarla. Yo nunca lo grité y mientras que no gritabas, más golpes te daban”, recordó Sosa.