El pasado sábado fue publicada una denuncia en el diario oficialista Juventud Rebelde mostrando la queja de una persona que recibió un paquete que no era el suyo.
Se trata de la cubana Martha Acosta Cueto, de la calle 74. No. 8505, entre 85 y 87, situada en Alquízar, Artemisa. La mujer relató que el pasado viernes 26 de noviembre recibió en su residencia un paquete que estaba esperando de su familia enviado desde el exterior por la agencia Palco que debía contener unos medicamentos, pero al abrirlo, se dio cuenta que lo que estaba dentro no eran medicinas.
Al revisar los datos de identificación que estaban marcados notó que efectivamente estaban sus datos personales, pero también los de otra persona, razón por la cual devolvió inmediatamente el paquete a quienes le habían hecho la entrega.
Al no recibir respuestas durante el fin de semana, Martha Acosta se dirigió el día martes 30 hasta la sede de la agencia para tratar de gestionar una solución. Allí le indicaron que efectivamente su paquete estaba en la bodega de almacenamiento y se lo iban a entregar.
Sin embargo, esto no ha sucedido tal como lo comenta la mujer afectada: “Desde entonces, dice, ha estado sin saber. No me contestan el teléfono. Cuando lo hacen, las muchachas de Atención al Cliente por el 72087273 han sido muy amables y me dicen que mi paquete está en almacén, que no me pueden ayudar más que dándome números de teléfonos de responsables allí. Y no contestan ni dan explicaciones”.
Acosta destacó que ella sí cumplió en devolver inmediatamente el contenido del paquete que ella recibió por error, porque de seguro otra persona lo estaba esperando.
“Devolví de forma íntegra e inmediata lo que no era mío. Ya tuve un largo intercambio de mensajes de texto con la persona que me atendió en un inicio, y después de rogarle que me ayudara y de llamar más de 20 veces y no contestar, lo hizo por mensaje de texto porque no le gustó que le haya dicho que era una mala persona por ni siquiera dignarse a darme una explicación después de haberle rogado tanto”, relató Martha Acosta.
Añadió además que: “Tengo otro número de un responsable del almacén donde está mi paquete y tampoco contesta el teléfono. Del fijo ni hablar. Uno se desespera, porque son medicamentos muy necesarios. ¿Por qué tengo que pagar las consecuencias de un error ajeno?”.
Para finalizar manifestó: “¿Cómo es posible que la persona con quien hablé al inicio haya tenido el tiempo y la molestia de buscar mi número particular para llamarme y pedirme el del chofer para una gestión personal de él, y no me pueda responder ni dar explicaciones cuando le he pedido tanto que me ayude y me diga qué debo hacer y cuándo voy a recibir mis medicamentos?”.