Actriz cubana Rebeca Proenza al régimen: “No le cojan miedo a la marcha PACÍFICA”

La actriz cubana Rebeca Proenza, envió un contundente mensaje en el que denuncia la postura de las autoridades del régimen castrista al declarar ilícita y por ende prohibir la Marcha Cívica por el Cambio, prevista para el próximo 15 de noviembre.

El mensaje de la actriz es reproducido íntegramente a continuación:

“Al gobierno de Cuba: No le cojan miedo a la marcha PACÍFICA que están organizando los cubanos dentro de la isla; será muy parecida a todas las que los han obligado ustedes mismos por tantos años, de hecho, la lista de invitados es la misma: Todos los cubanos.

Atenderán las mismas personas a las que les confiaron las calles para sus tribunas y desfiles obligatorios, ¿por qué temerles ahora? ¿Porque es por elección propia sin ningún discurso programado?.

Los que insisten en tomar las calles de una manera pacífica son tus vecinos, los mismos que a diario las caminan. Son los cubanos que ya conoces, los mismos que obligaste a desfilar bajo tus consignas vacías y amenazas de represión en caso de no hacerlo. Esta vez lo han decidido ellos mismos, pero no te asustes.

Se hablarán las mismas cosas que se han hablado siempre cuando se reúne un grupo de gente: de lo malo que está el país y de cuánto queremos un cambio. Hoy se dice PATRIA Y VIDA porque llevamos mucho tiempo muertos, inmóviles, mientras se nos derrumba la vida.

La única diferencia es que ahora van a decir en voz alta lo que antes comentaban a tus espaldas. Gritarán a todo pulmón los jóvenes lo que crecimos escuchando a nuestras abuelas comentar bajito en la cocina.

Los que tomarán las calles no están pagados por nadie o, mejor dicho, son los mismos profesionales mal pagados por ustedes, el gobierno que hoy les teme.

Son las madres de los hijos que se fueron sin poder regresar.

Son los estudiantes que han dejado la escuela para lucharse la vida en cualquier invento que al final les resuelve más que estudiar.

Son los que aún estudian y no quieren trabajar para ti.

Son las abuelas que no conocen a los nietos que le nacieron fuera de Cuba.

Son los médicos a los que les robas el dinero mandándolos al extranjero por sumas millonarias de las que reciben migajas administradas.

Son los profesores de las escuelas que se derrumban, como mismo se derrumba la doctrina.

Son los amigos de los presos políticos difamados a diario por tu propaganda.

Son los artistas censurados que nunca podrás callar, aunque lo intentes.

Son los ingenieros, que, junto a todo el pueblo, no encuentran solución al problema de vivir en un país que se derrumba a cada segundo.

La lista es larga, pero, en resumidas cuentas: Los que piden tomar las calles, son los dueños de ellas y no tienen que pedirte permiso.

Hago mías las palabras de Yunior García, del que no puedo estar más orgullosa:

“Nos vemos el 15 de noviembre. Ya no les temo a los camiones de basura, a los “camisas negras”, a los palos que exigen en cada centro de trabajo, ni a la dictadura. Y sí, ya uso la palabra DICTADURA. Hay palabras que no te atreves a mencionar hasta que las ves desnudas, frente a ti, como hoy”.

…

Antonio Marceo no pidió permiso para protestar en Baraguá y lo celebran los libros de la historia que ustedes mismos cuentan.

Y los que estamos lejos, como Jose Martí desde su exilio, nos quedan las palabras y la voz de aliento. No permitan que nadie nos quite el derecho de ser cubanos desde cualquier parte del mundo.

“Yo nunca le tiré flores a Camilo, las mías eran todas para Yemayá” A la misma que hoy le pido que nos guíe a todos por el camino de libertad que merecemos.

Rebeca Proenza”.

Los seguidores de la actriz reaccionaron de inmediato a su contundente mensaje: “Nunca mejor dicho, la calle es de los cubanos, ¡Patria y Vida! ¡Libertad para Cuba!” … “¡Magnífica Rebe! Todos a manifestarse el 15 de noviembre. Cada día más cerca de conseguir lo que todos ansiamos desde hace mucho. ¡Libertad para Cuba!” … “Sin palabras. Me encantó. ¡Patria y Vida! y con tu permiso lo robo para ponerlo en mi muro. ¡Viva Cuba libre!” … “Aún muchos funcionan con la obligatoriedad, y no con el derecho, cuesta que los institucionalizados aprendan a convivir con la idea de ser libres y decidir por sí mismo, los cambios desgraciadamente no vienen de muchos, si no de unos poco que deciden cambiarles la mentalidad a esos muchos”.